Tras la experiencia de Silicon Valley en California, Estados Unidos, los Parques Tecnológicos se han desarrollado como verdaderos “ecosistemas de innovación” que conjuntan el talento, con la infraestructura y las condiciones económicas de una región. En los últimos 20 años, estos parques se han convertido en lugares de referencia para el capital semilla y el capital de riesgo e inversión.