Los fondos de capital privado han sido un elemento importante para el crecimiento de México, ya que han detonado directamente la acumulación de capital nacional y extranjero y han impulsado la inversión en los diferentes sectores de la economía.

A pesar de los problemas externos que están provocando cambios en el presupuesto del gobierno federal, la actual administración se propone mantener el ritmo de inversión, lo cual queda de manifiesto en el Programa Nacional de Infraestructura 2014-2018 (PNI).

El mercado hipotecario bancario se ha consolidado en los últimos años entre los segmentos más maduros dentro de las líneas de negocio de los bancos y ha ido avanzando a un ritmo superior al crecimiento del país, afirmó Carlos Hernández, director ejecutivo de crédito hipotecario de Banco Santander.

El crédito hipotecario que otorga la banca creció en la última década, comprendida entre los años 2004 y 2014, a una tasa anual compuesta de 14%, por lo que su saldo llegó a cerca de 560,000 millones de pesos y que representa el 32% de la cartera del portafolio hipotecario de México.

La tendencia del crédito hipotecario es México muestra un balance muy positivo, en lo general, debido a que las tasas de interés se han reducido a mínimos históricos, lo que ha incentivado a que los compradores de vivienda muestren un mayor interés por adquirir su vivienda con un crédito otorgado por la banca.

Una de las prioridades de la reforma financiera es impulsar la portabilidad bancaria para mejorar la competitividad en el sector.

Durante los dos últimos años la banca ha vivido una agresiva competencia en materia hipotecaria.

El sector financiero debe mantener la certidumbre respecto a las condiciones de los créditos.

El aumento anual de familias, en combinación con clientes motivados por el momentum de los créditos hipotecarios, ha impulsado a la demanda de vivienda.

Además de fomentar el crédito hipotecario, la reforma financiera ha traído beneficios como la libertad de que el cliente elija la mejor oferta en el tema de seguros.

Hay que saber leer las señales entre líneas y así aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado hipotecario.

Un historial confiable y pagar a tiempo, conlleva grandes ventajas a los acreditados.

La economía global ha vivido un largo periodo de tasas de interés bajas, en gran medida por la aplicación de políticas monetarias expansivas para estimular el crecimiento económico de distintas regiones.

La única forma que tienen los pequeños bancos del país de competir con las grandes instituciones es a través de la especialización, no hay otra forma.

El panorama del crédito hipotecario se encuentra mejor que antes de la crisis. Esto porque antes de la crisis de 2008 teníamos tasas que oscilaban entre el 11% y las más bajas entre el 13%, 13.5%, hoy puedes encontrar esquemas de tasas que van del 10.50 al 10.55 %

aUna de las grandes fortalezas del mercado hipotecario mexicano es la salud de su portafolio, y prueba de ello es que a junio de 2017, reportó un índice de morosidad de 2.65%, considerado uno de los más bajos en su historia.

A largo plazo, en México hay mucho espacio para trabajar en temas de innovación para el desarrollo de nuevos productos hipotecarios. Básicamente se requiere entender las necesidades de los clientes y en base a ello, elaborar nuevos productos.

Dentro del sector hipotecario en México, al día de hoy vemos un escenario macroeconómico sólido, donde las tasas de interés de referencia del Banco de México (Banxico) parecen haberse estabilizado y con un tipo de cambio nuevamente por debajo de los 19 pesos por dólar. Además, con un nivel de desempleo más positivo con respecto al año pasado.

Hay que ser autocríticos para identificar nuestro verdadero ADN y participar solo en esos segmentos. No se debe competir en mercados donde no se tiene presencia; hay que saber enfocarse en dónde los bancos grandes —por su tamaño—, no han tenido oportunidad de participar.

México ha aprendido mucho de sus crisis. En el mercado hipotecario de la banca en particular, tiene excelentes prácticas que otros países imitan; es un mercado que supo aprovechar bien su madurez cuando enfrentó la crisis de 2009, y que se reflejó a través de carteras muy sanas gracias a las adecuadas prácticas de riesgos que se aplicaron.