El progreso tecnológico es una variable permanente dentro de la banca mexicana; sin embargo, aún estamos lejos de la instrumentación digital que se observa en otras naciones. El producto hipotecario, en particular, está en etapa de evolución.
Una vez lograda la capacidad económica para obtener un crédito hipotecario, el siguiente paso a seguir, es seleccionar la casa o departamento que vamos a adquirir. Aquí surge una gran disyuntiva, elegir entre un inmueble nuevo o usado.
Actualmente, todas las instituciones están abiertas al crédito, sin embargo, no se atiende a todo el mercado; la mayoría solo a los asalariados. Además, cada vez hay más participación de economías no tradicionales, de ingresos complementarios, ingresos mixtos, pero la necesidad de tener una casa es permanente.
Nuestra demografía, el entendimiento del sector y la visión de país que seremos, son clave para un diagnóstico correcto.
El mercado de crédito hipotecario del país ha pasado varias pruebas fuertes y se ha mantenido muy sano, pero lo más relevante es poder ofrecer un producto que SOLUCIONE una necesidad de las familias.