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La economía mexicana no se halla en el umbral de una crisis devaluatoria o recesiva. Sin embargo, los indicadores económicos de diciembre de 2018 y enero de 2019 apuntan a una inevitable desaceleración económica. 

El panorama económico no luce fácil para 2019. Analistas —tanto optimistas como pesimistas—, observan un crecimiento inferior a 2018, aunque tampoco en ningún caso observan indicios de recesión para el país.

La economía mexicana llegó a su cuarta transición sexenal con estabilidad económica, aunque en medio de cierto grado de incertidumbre por las posibles medidas de política económica que pueda tomar el nuevo gobierno federal.

En el transcurso de los próximos meses tendremos seguramente los planes sectoriales o bien el equivalente al Plan Nacional de Desarrollo (PND) y el Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo (Pronafide); en ese marco, muchas de las acciones tomadas en este periodo serán definitorias de las políticas que aplicará a lo largo de su administración.

Se sigue percibiendo un ambiente positivo general para el consumo interno, aunque este año se ha moderado su ritmo de expansión por el debilitamiento de algunas variables.