A largo plazo, en México hay mucho espacio para trabajar en temas de innovación para el desarrollo de nuevos productos hipotecarios. Básicamente se requiere entender las necesidades de los clientes y en base a ello, elaborar nuevos productos.

Dentro del sector hipotecario en México, al día de hoy vemos un escenario macroeconómico sólido, donde las tasas de interés de referencia del Banco de México (Banxico) parecen haberse estabilizado y con un tipo de cambio nuevamente por debajo de los 19 pesos por dólar. Además, con un nivel de desempleo más positivo con respecto al año pasado.

Hay que ser autocríticos para identificar nuestro verdadero ADN y participar solo en esos segmentos. No se debe competir en mercados donde no se tiene presencia; hay que saber enfocarse en dónde los bancos grandes —por su tamaño—, no han tenido oportunidad de participar.

México ha aprendido mucho de sus crisis. En el mercado hipotecario de la banca en particular, tiene excelentes prácticas que otros países imitan; es un mercado que supo aprovechar bien su madurez cuando enfrentó la crisis de 2009, y que se reflejó a través de carteras muy sanas gracias a las adecuadas prácticas de riesgos que se aplicaron.

El mercado hipotecario mexicano se encuentra en una etapa de consolidación. De corto plazo, hemos vistos ajustes que se han dado de manera ordenada; por ejemplo, el hecho que subieron las tasas de interés y bajó un poco la efervescencia, ayuda a consolidar los precios.

La denominada generación millennial está fuertemente posicionada en el ámbito laboral. Es una generación diferente a la X o baby boomer. Ante ello, transformamos nuestra oferta de productos para adecuarla a sus características. Como institución crediticia es nuestro principal reto.

Banco Inmobiliario Mexicano (BIM) ha logrado financiar la construcción de 111,203 viviendas a través de 1,120 proyectos habitacionales a lo largo del país en sus cuatro años de vida, ubicándose en el quinto lugar del financiamiento a la vivienda dentro del sistema bancario nacional.

La cartera de consumo de Banorte presentó en el tercer trimestre de 2017 un dinamismo acentuado en todos sus segmentos, entre ellos la cartera hipotecaria creció 19% al ubicarse en 130,008 millones de pesos (mdp).

La política monetaria restrictiva que aplica el Banco de México (Banxico) —que no es más que el aumento en las tasas de interés de referencia— ha impactado parcialmente el costo del crédito hipotecario que ofrece la banca.

La edad promedio de los clientes que demandan un crédito hipotecario es de entre 30 y 35 años, pero hay segmentos de mercado particulares, como los denominados millennials, a los que debe darse la atención adecuada para ofrecerles soluciones.

La necesidad de vivienda persiste, por lo que, tanto la demanda como la oferta  se mantienen con cierta estabilidad; no percibimos distorsiones de mercado.

Las perspectivas del mercado hipotecario siguen siendo positivas. Sin embargo, los bancos estamos muy enfocados en atender el segmento de asalariados, por lo que es necesario ampliar el horizonte para atender a más población con recursos para acceder a un crédito.

Lo primero que le puedo recomendar a la gente es que tome un crédito, porque viendo la historia de nuestro país, en los últimos 50 años, este es uno de los momentos con las mejores condiciones para acceder a un financiamiento hipotecario.

El mercado de crédito hipotecario del país ha pasado varias pruebas fuertes y se ha mantenido muy sano, pero lo más relevante es poder ofrecer un producto que SOLUCIONE una necesidad de las familias.

La originación de crédito hipotecario del banco Santander México presentó en el cuatro trimestre de 2020 (4T20) un crecimiento de 13.8% para establecer un récord en su originación y ubicarse como el más dinámico dentro de su cartera de crédito. 

Darán créditos de 5 mdp en adelante a más de 5 mil empresas afectadas por el covid en CDMX.

Los créditos hipotecarios que ofrece la banca tienen características que dotan de certidumbre al cliente, de principio a fin.

La cartera de crédito a la vivienda por parte de la banca superó por primera vez en su historia el billón de pesos.

Las tasas de interés de los créditos hipotecarios que ofrece la banca, luego de un periodo de ligero ajuste a la alza, se han estabilizado.

Además de ser el principal mecanismo para acceder a un patrimonio por parte de las familias, tiene un gran impacto en diversas ramas económicas y generación de empleo.