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Al reconvertirse, los edificios resultan en una propuesta diferente y creativa, aprovechando los servicios, opciones de transporte y ubicación pertinente.

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Para especialistas, permitir la reconversión de oficinas a espacios de usos mixtos o la realización de proyectos inmobiliarios para casa habitación en la Ciudad de México (CDMX) es un acierto, porque muchos de estos edificios están en una ubicación pertinente, proporcionando más servicios y opciones de transporte, por ejemplo.

También es una oportunidad de invertir en el mercado inmobiliario, pues existen alrededor de 9 millones de metros cuadrados (m2) de edificios Clase A y una vacancia aproximada de 30%, es decir que al menos 2 millones de m2 están sin rentar en la ciudad, comentó Alberto Laris Pacheco, socio fundador de TRIVER.

 

“Existen construcciones en la Ciudad de México que están a punto de morir sin dignidad y lo que necesitan es un análisis técnico” para ser reconfigurados, señaló el también arquitecto.

 

Y considerando que tan solo en la Ciudad de México existe un déficit de 70 mil viviendas al año, la oportunidad de negocio es clara, porque es una nueva modalidad, lo interesante es rescatar y reposicionar dichos inmuebles con una propuesta diferente y una fidelidad de usuario, mencionó el arquitecto en entrevista con Real Estate Market & Lifestyle.

Otra ventaja de optar por la reconversión de inmuebles verticales en la CDMX es que, al no construir nuevos -con los costos que implica-, no se contamina con una obra nueva, además de que no se utiliza una gran cantidad de agua en las obras, “y se apuesta por un nuevo negocio en un tiempo interesante, que también genera empleo”.

 

 Los edificios de oficinas en la CDMX ya pueden reconvertirse a viviendas, desde marzo pasado.

 

En este contexto fue creado TRIVER Florencia, coliving ubicado en la Colonia Juárez, alcaldía Cuauhtémoc; reconvirtiendo un edificio de oficinas con cerca de 50 años de uso en un espacio dirigido a jóvenes nómadas digitales y ejecutivos que enfrentan el acceso a la vivienda en la ciudad, así como a empresas que requieren soluciones de alojamiento.

Mención aparte merece el tiempo que se gana al no tramitar los permisos para una edificación nueva, no sufrir el costo tan alto de la tierra en una zona céntrica y evadir el alza de los precios de los materiales de construcción como el acero y el cemento, que en dos años subieron hasta un 30 por ciento.

 

 

Para ello, la experiencia en arquitectura, construcción y acondicionamiento de espacios fue clave, asimismo, la facilidad de rentar un espacio sin pedir los requisitos acostumbrados en la capital del país, y aunque el interés principal es fomentar la interacción entre los inquilinos, se aleja de la tradicional modalidad del roomie, explicó Laris Pacheco.

Gracias a los resultados del proyecto, planean abrir tres unidades más, en la CDMX y en otras urbes aún por definir y “que no tienen que ser las clásicas ciudades como Guadalajara o Monterrey; hay otras plazas interesantes, ya que el mercado de los nómadas digitales rompe estereotipos”, permitiendo explorar otros destinos no muy visitados.

Consideró que invertir en la reconversión de edificios es un acierto: la situación actual del mercado inmobiliario nos ayudó a concluir que estábamos en el camino correcto. Una oportunidad que también puede aprovechar en México el sector retail, como las departamentales, que pueden ofrecer en un espacio discreto un servicio especializado.

 

Triver Florencia abrirá tres nuevas sedes en otras ciudades del país.