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El efecto rebote de México es limitado toda vez que no logró recuperar la caída histórica de -17.1% del 2T20 y se mantiene -8.6% por debajo del año pasado.

Sería peligroso esperar a los efectos de una vacuna milagrosa, en lugar de ello los gobiernos deberían apuntalar por su cuenta la actividad económica gastando lo que el sector privado no puede, o no quiere gastar.

Con el resultado trimestral se abre la posibilidad de que en el año 2020 la contracción del PIB se menor al 4 por ciento.

De cara a las elecciones de los Estados Unidos, lo más importante de la relación económica con México, es que el T-MEC ya está firmado.

La lenta recuperación del ingreso disponible de los hogares, la prolongación de la pandemia y la debilidad de la inversión seguirá lastrando el crecimiento futuro de México.