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El mercado inmobiliario en México cerró 2025 con un balance de cautela, mayor peso de las rentas y un dinamismo destacado en el sector industrial, en un entorno marcado por la incertidumbre económica y política, de cara a un 2026 de ajustes y definición.

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El mercado inmobiliario en México cerró 2025 como un año de contrastes. Para distintos actores del sector, el balance general fue cauteloso, marcado por la incertidumbre económica y política, pero también por oportunidades específicas en ciertos segmentos, especialmente en rentas e inmuebles industriales, de acuerdo con testimonios de especialistas y empresas del sector.

Varios expertos coinciden en que 2025 fue un periodo de ajustes, en el que compradores, vendedores y desarrolladores tomaron decisiones con mayor prudencia, mientras se preparan para un 2026 influido por factores clave como la renegociación del T-MEC y eventos de alto impacto económico.

Un entorno de incertidumbre, pero con actividad

Desde la perspectiva de Inmuebles24, el comportamiento del sector durante el año estuvo condicionado por un entorno de incertidumbre, lo que llevó a una actitud más conservadora por parte del mercado.

Julio César Mendoza, gerente comercial del portal inmobiliario, explicó que hacia adelante habrá elementos externos que incidirán en el sector.

“El próximo año habrá movimientos que tendrán efecto en el sector inmobiliario como: renegociación del T-MEC y el Mundial de Futbol”, señaló, al subrayar la importancia de que la industria continúe enfocada en generar valor para clientes y usuarios.

El sector industrial, uno de los más dinámicos

Para algunos desarrolladores y brokers, el balance fue positivo, aunque con altibajos. Roberto González Purcallas, de Grupo Inmobiliario Purcallas, destacó que el segmento industrial fue el que mostró mayor movimiento durante el año, mientras que otros giros avanzaron de forma más moderada.

En su caso, la estrategia para enfrentar el entorno fue enfocarse en la promoción de propiedades con mayor atractivo comercial, lo que permitió sostener la actividad en un mercado más selectivo.

Vivienda: crecimiento, pero con compradores más cautos

En el segmento habitacional, el desempeño fue diverso. Desde ZEIKAN Inmobiliaria se reportó un incremento en el volumen de negocio frente a 2024, impulsado por una estrategia basada en la capacitación constante de asesores, una mayor presencia en redes sociales y alianzas con desarrolladores.

Una visión similar compartió Grupo Inmobiliario ROHME, cuya gerente comercial, Leticia Romero, explicó que las rentas, tanto de vivienda como de oficinas, fueron el principal motor del año. En contraste, las operaciones de compra crecieron, pero con mayor reserva por parte de los compradores.

Un dato relevante es que, en su experiencia, tres de cada diez operaciones de compraventa se realizaron con recursos propios, reflejando la cautela frente a las tasas de interés y al financiamiento hipotecario.

Más demanda de renta y retos para la compra

Otros actores del mercado señalaron que 2025 fue más complejo. La agente inmobiliaria independiente Coty Valencia consideró que el entorno fue especialmente competitivo en ventas.

“El mercado está súper competitivo en ventas; hay mucha incertidumbre por la situación política”, afirmó.

Desde su óptica, la demanda se ha desplazado con mayor fuerza hacia las rentas, mientras que el alza en los precios de los inmuebles y las tasas de interés elevadas han limitado la capacidad de compra mediante crédito hipotecario.

Estrategias para resistir un año retador

Para empresas como Amanity y Jabienes Raíces, especializadas en vivienda, 2025 representó un año difícil. Sus directivos coincidieron en que fue necesario reforzar estrategias de marketing y publicidad para mantenerse competitivos en un entorno económico y político cambiante.

A su vez, asesores independientes como María Eugenia de la Peña de Anzorena destacaron la importancia de dar seguimiento cercano a los clientes, ofrecer claridad en las operaciones y fortalecer la confianza como elementos clave para sostener la actividad.

Mirando hacia 2026

El consenso entre los expertos es que 2025 sentó las bases para un 2026 de mayor definición, aunque no exento de retos. La evolución del contexto internacional, la certidumbre jurídica, las tasas de interés y los grandes eventos económicos y deportivos serán factores determinantes.

Mientras tanto, el mercado inmobiliario mexicano parece avanzar hacia un escenario donde la renta, la selectividad en las inversiones y la profesionalización de los servicios seguirán marcando el rumbo del sector.