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El sector inmobiliario está atravesando una transformación sin precedentes. Los cambios en los hábitos de consumo, el auge de la tecnología y la creciente necesidad de sostenibilidad están redefiniendo la manera en que se diseñan, desarrollan y habitan los espacios.

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¿Qué tendencias marcarán el futuro del real estate en 2025? Desde la digitalización hasta nuevos modelos de vivienda y ciudades autosuficientes, el mercado evoluciona a una velocidad vertiginosa.

 

Las principales tendencias que marcarán el desarrollo futuro de proyectos inmobiliarios giran en torno a la adaptación de espacios, la integración tecnológica, la sostenibilidad y la evolución de los modelos de vivienda. El sector inmobiliario está en constante evolución, y 2025 no será la excepción.

 

Así lo expresó Ignacio Torres, CEO de 4S Real Estate, durante la conferencia “El Futuro del Real Estate” en el pasado 5° Congreso de Desarrollos e Inversiones Inmobiliarias México, y agregó que lo que creamos para hoy, puede estar obsoleto mañana; por lo tanto, afirma que el futuro tiene que ser atemporal, porque si no, vamos a hacer productos altamente obsoletos.

 

Ignacio Torres, CEO de 4S Real Estate.

También, durante su participación en la Expo Real Estate México, describió las claves del futuro inmobiliario:

  1. Infraestructura tecnológica integrada

 

El comprador moderno ya espera que su hogar cuente con infraestructura tecnológica de vanguardia. Elementos como redes 5G, automatización inteligente y compatibilidad con inteligencia artificial están dejando de ser diferenciadores y se han convertido en requisitos esenciales. Sin estos elementos, los desarrollos corren el riesgo de quedar obsoletos antes de ser habitados.

 

Asimismo, la movilidad eléctrica es una prioridad. En 2024, se vendieron 184 mil vehículos eléctricos en América Latina, pero menos del 5% de los desarrollos inmobiliarios cuentan con infraestructura adecuada para su carga. Esto resalta la necesidad de que los nuevos proyectos integren soluciones de movilidad sostenible.

  1. La vivienda como servicio y el auge del modelo de suscripción

Las nuevas generaciones han cambiado su percepción de la propiedad. La Generación Z y los millennials tardíos están priorizando la flexibilidad y la experiencia sobre la posesión de bienes, impulsando el crecimiento de modelos de suscripción y renta. El concepto de "timely living" o vivienda como servicio, donde los residentes pagan por el tiempo y espacio utilizado, está cobrando relevancia.

Ofrece este modelo tarifas fijas que incluyen mantenimiento y servicios como coworking, gimnasio y hasta cuidado de mascotas, facilitando la movilidad sin compromisos a largo plazo. Las empresas están explorando esquemas de renta asegurada y propiedad fraccionada, garantizando ingresos constantes sin que los inversionistas tengan que gestionar activamente sus propiedades.

  1. Reutilización adaptativa: Transformar lo existente

 

El alto costo de la vivienda nueva ha impulsado la renovación de edificaciones ya existentes. Este fenómeno ha llevado al auge de la "reutilización adaptativa", donde edificios de oficinas en desuso, antiguos almacenes e inmuebles industriales se transforman en viviendas modernas.

 

Son múltiples las ventajas que tiene este modelo, como la revitalización de zonas urbanas en declive, el aprovechamiento de infraestructura y servicios en barrios consolidados, y la sostenibilidad mediante la reducción de emisiones de carbono derivadas de nuevas construcciones. En mercados como México y Colombia, la vivienda usada ha cobrado mayor relevancia por su accesibilidad y ubicación estratégica.

 

 

  1. Microciudades autosuficientes y la ciudad de los 15 minutos

Cada vez más, el concepto de microciudades autosuficientes está revolucionando la planificación urbana. Inspiradas en la "ciudad de los 15 minutos", estas comunidades integran vivienda, trabajo, comercio y entretenimiento en un mismo espacio, eliminando la necesidad de desplazamientos largos y reduciendo la huella de carbono.

Factores como la crisis habitacional, la congestión urbana y la contaminación han acelerado la demanda por este tipo de desarrollos, donde los habitantes tienen acceso a todos los servicios esenciales a corta distancia. Proyectos en Europa, como La Pinada en Valencia, han demostrado el éxito de este modelo, y se espera que su adopción en América Latina crezca en los próximos años.

  1. El nuevo perfil del comprador: Personalización y comunidad

 

El comprador actual ya no solo busca ubicación y amenidades, sino una conexión con el concepto del proyecto. Existen tres nuevos perfiles predominantes:

 

  • El inversionista sin gestión:Busca rentabilidad sin involucrarse en la operación del activo. Prefiere esquemas de renta asegurada y desarrollos administrados profesionalmente.
  • El usuario de suscripción y renta:Prioriza la flexibilidad, prefiriendo modelos de vivienda como servicio sin atarse a hipotecas a largo plazo.
  • El comprador de pertenencia:Se inclina por proyectos alineados con su estilo de vida, buscando exclusividad, diseño distintivo y la posibilidad de personalización.
  1. Lujo redefinido: De lo aspiracional a lo accesible

La alta gama inmobiliaria ha evolucionado y ahora se divide en tres categorías:

  • Lujo aspiracional: Propiedades que representan estatus y éxito, con ubicaciones privilegiadas y diseños exclusivos.
  • Lujo silencioso: Enfocado en la privacidad, la exclusividad y la calidad sin ostentación.
  • Lujo popular: Un modelo que democratiza la sofisticación, ofreciendo desarrollos de alta calidad a precios accesibles.

Este cambio refleja una diversificación en la manera en que los compradores perciben la sofisticación y el valor de los inmuebles.

  1. La convergencia entre lo físico y lo digital: Phygital Real Estate

Destaca en el sector inmobiliario la adopción del concepto de "Phygital Real Estate", donde lo físico y lo digital se integran para optimizar el diseño, financiamiento y comercialización de los desarrollos. Herramientas como inteligencia artificial, blockchain y realidad virtual están transformando la experiencia del comprador e inversionista.

Por ejemplo, los edificios inteligentes permiten gestionar accesos y configurar ambientes mediante asistentes virtuales. En la construcción, drones y sensores facilitan el monitoreo en tiempo real, mientras que plataformas como Buildots comparan imágenes de obra con planos para detectar desviaciones en el cronograma.

 

Ignacio Torres reiteró que el mercado inmobiliario de 2025 estará marcado por la adaptabilidad, la tecnología y la sostenibilidad. La integración de infraestructura inteligente, la reutilización de espacios, el auge de modelos de suscripción y la evolución del lujo son solo algunas de las tendencias que transformarán el sector en los próximos años.

 

Bajo este contexto, para el CEO de 4S Real Estate las empresas y desarrolladores que adopten una visión innovadora y alineada con las nuevas demandas del mercado tendrán una ventaja competitiva clave en el futuro.