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Elige construcciones con materiales de calidad y los estudios adecuados para garantizar su durabilidad.

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La compra de una vivienda es una de las decisiones más importantes que una persona puede tomar, no solo por el valor económico que implica, sino por el bienestar y seguridad que brinda a la familia.

 

Por lo que, optar por propiedades construidas con estándares de calidad y seguridad es fundamental, ya que asegura un refugio seguro y una inversión sólida a largo plazo.

 

En México, el riesgo de fenómenos naturales como sismos es una realidad que no debe pasarse por alto. Los terremotos de 2017 dejaron en claro la vulnerabilidad de las construcciones mal diseñadas, con pérdidas millonarias y daños significativos en muchas viviendas. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los efectos de esos eventos superaron los 2,000 millones de dólares, afectando no solo la economía, sino también la vida de miles de familias.

Ante este panorama, la calidad en la construcción es crucial. Un inmueble bien edificado no solo resiste mejor los fenómenos naturales, sino que también garantiza la seguridad de quienes lo habitan. Para ello, es recomendable confiar en constructores con amplia experiencia y que cuenten con las certificaciones necesarias para asegurar que la obra cumple con las normativas de seguridad vigentes.

Miguel Lozano, director general de Casas Ara, sugiere algunos puntos clave a considerar al momento de elegir una propiedad:

  • Revisar la calidad de los materiales, asegurarse de que la cimentación sea sólida y verificar que se haya realizado un estudio de mecánica de suelo en la zona son pasos esenciales.
  • Además, es importante que la construcción cuente con las certificaciones adecuadas que garanticen su seguridad estructural.

Invertir en una construcción segura no solo se trata de proteger tu inversión económica, sino también de brindar un entorno confiable y tranquilo para tu familia.

 

En un mercado lleno de opciones, tomarse el tiempo necesario para investigar y elegir con cautela puede ser la diferencia entre una adquisición exitosa y una arriesgada. Al final, un hogar no es solo un lugar donde vivir, sino el espacio donde se forjan los sueños y los recuerdos más valiosos.