El mercado de los Real Estate Investment Trusts (REITs) ha tenido un año 2024 exitoso, superando los retos planteados por el aumento de las tasas de interés, destaca en un análisis Nareit, la organización estadunidense que representa a estas figuras de inversión en bienes raíces.
También, han reportado una operación estable, con un aumento de más del 3% en sus ingresos netos operativos y dividendos distribuidos en comparación con el mismo periodo de 2023.
El desempeño de las acciones de los Real Estate Investment Trust también ha sido destacable. A fecha de noviembre de 2024, el índice FTSE Nareit All Equity REITs acumuló una rentabilidad total del 14%, muy por encima de la media de 25 años, que se situaba cerca del 10 por ciento.
No obstante que no lograron superar el rendimiento general del mercado accionario, sí superaron de manera significativa a los bienes raíces privados.
Según el índice NCREIF ODCE, los REITs han tenido un rendimiento superior en más de 17 puntos porcentuales respecto a los bienes raíces privados hasta el tercer trimestre de 2024, dado que las valoraciones de estos últimos aún ajustan lentamente el impacto de las tasas de interés más altas.
Sin embargo, persisten ciertos riesgos, como las débiles perspectivas de algunos sectores inmobiliarios, el impacto de las tasas de interés elevadas derivadas de los desequilibrios fiscales, y la posibilidad de que las políticas arancelarias en constante cambio afecten el desempeño del mercado inmobiliario comercial en el próximo año.
A pesar de estos desafíos, en un contexto de cambio acelerado, estas figuras de inversión en bienes raíces tendrán una serie de oportunidades en 2025.
Y se espera que aprovechen el crecimiento en las transacciones inmobiliarias comerciales y fortalezcan su presencia entre los inversionistas institucionales que busquen un acceso eficiente a bienes raíces comerciales con características específicas.
La subida de tasas de interés ha marcado una divergencia significativa en las valoraciones de los Real Estate Investment Trust y los bienes raíces privados, con las primeras ajustando rápidamente a las tasas de interés más altas desde 2022, mientras que las valoraciones privadas se han ajustado más lentamente.