En los siguientes meses, los precios de la vivienda en España comenzarán a moderarse después de periodos de subidas sin freno, de acuerdo con Bankiter, quien además estima un alza alrededor del 1% para la segunda mitad del año y para el 2023.
Respecto del 2021, lo anterior supone una desaceleración, cuando el repunte fue del 6.4%. A pesar del importante repunte del año pasado, el banco precisó que siguen sin vislumbrar señales de sobrecalentamiento en el sector, ya que la tasa de esfuerzo está por debajo de la media histórica y se mantiene el equilibrio entre oferta y demanda.
Pero no solamente Bankiter ve dichas previsiones, otros analistas coinciden con el banco, como es el caso de Tinsa, que también ha resaltado en sus últimos informes que ya observan signos de desaceleración en el mercado inmobiliario, a causa de la persistente inflación y la reducción de las expectativas de crecimiento económico.
Mientras que la consultora y tasadora Gesvalt, afirma que los precios se estabilizarán a lo largo del segundo semestre del año, sin embargo, es más prudente en sus estimaciones debido a la inestabilidad económica y política que impera hoy en día.
Se debe tomar en cuenta que la disminución en el precio en las viviendas está condicionada a la reducción en los precios de los materiales de construcción. Y en opinión de los expertos, de ahora en adelante se revertirá el incremento vivido en los últimos dos años, hasta absorber el sobrecosto en el 2025.
Hasta el inicio del verano, el precio medio de los hogares mantenía un alza sin freno. De acuerdo con datos de Tinsa, en el mes de julio se dio un alza interanual del 8.9% y del 0.9% en contraste con junio. No obstante, se situaban un 20.5% por debajo del boom registrado en diciembre de 2007.
Con respecto al equilibrio entre oferta y demanda, Bankiter calcula que hay una demanda estructural de vivienda de unas 100 mil unidades al año, distribuidas entre las 70 mil que procederían de la formación de nuevos hogares y 30 mil por demanda extranjera.
Mientras que en la oferta, la cantidad de viviendas iniciadas se sitúa en un nivel similar y la previsión es que se rebase ese umbral en este año. Por lo que para el 2023 se cubriría el déficit de oferta, de acuerdo con una publicación de cincodias.elpais.com.
La actividad inmobiliaria tenderá a enfriarse según estimó el banco. Y las transacciones de vivienda podrían caer 5% en este ejercicio, luego de alcanzar niveles máximos de 15 años el año pasado, cuando se rebasó el medio millón de compraventas. Por su lado, Tinsa prevé una reducción en la concesión de hipotecas a causa de la política monetaria del Banco Central Europeo.