Posterior a la crisis de 2020, se reactiva la construcción industrial al noroeste del país con nuevos proyectos a lo largo de Tijuana, que han facilitado la entrada a desarrolladores externos en lo que solía ser un mercado muy cerrado.
En esa ciudad, la mayor oferta se ha concentrado en el Florido–Blvd. 2000, debido al crecimiento al sureste. Esta zona industrial alberga a varias compañías de clase mundial.
Asimismo, la expansión de la nueva ruta Vía Alamar ha permitido que el corredor Otay-Alamar permita la concentración de operaciones cercanas a la frontera comercial con los Estados Unidos.
A su vez, la repavimentación de la zona Industrial Pacífico ha permitido que el corredor industrial Libramiento recobre la atención de la que carecía debido al abandono de su infraestructura.
Clasificación
Esto ha permitido que el inventario Clase A alcance 3.1 millones de metros cuadrados y continúa creciendo debido a la actividad en construcción con precios de renta.
“El corredor Otay – Alamar es el que registra mayor inventario, que se estima en 226 mil 040 millones de metros cuadrados con una tasa de disponibilidad de 0.4%. La mayor tasa de disponibilidad se detectó en el área industrial Libramiento con 1.6% y únicamente una tercera parte corresponde a espacio Clase A”, afirmó Oliver Rodríguez, director de la zona Noroeste de Newmark.
Agregó que los precios de renta promediaron $5.70 USD por metro cuadrado al mes durante el primer trimestre del año. El promedio se mantuvo a pesar de las desocupaciones de naves Clase B y la baja oferta de nuevas naves Clase A y los precios de renta continúan incrementándose en algunos corredores. Lo anterior se observa principalmente en el corredor Otay – Alamar. El área industrial de Otay alcanzó precios de renta récord de $6.40 USD/m²/mes.
Referente a Tecate, el mercado registró un inventario de 460 mil metros cuadrados distribuido en 3 parques industriales: Tecate, Bajío y Gateway, por la construcción del nuevo Complejo Viñedo por parte del grupo desarrollador PICSA que se localiza junto a su propio parque industrial Bajío; en la actualidad, sólo existe disponibilidad en el desarrollo de InQbate de este parque industrial.
En Rosarito, al cierre del periodo contaba con un inventario de 295 mil metros cuadrados distribuido en 19 naves, con la mayor operación a cargo del campus Hisense y un nuevo desarrollo automotriz en el área.