De enero a julio del año en curso, la industria de la construcción se mantiene completamente estancada con un crecimiento acumulado de 0.0% respecto al mismo periodo del 2021, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
A lo largo de los primeros siete meses del 2022, la edificación presenta el peor desempeño con una contracción de -2.1% en su comparativo anual; por su parte, las obras de ingeniería civil acumulan de enero a julio un incremento anual de 1.4%; los trabajos especializados avanzaron 7.8% respecto a igual periodo del 2021, siempre considerando cifra originales.
Durante el séptimo mes del año, en particular, la industria de la construcción reportó una contracción de -0.9% respecto a junio, determinado por el mal desempeño de la edificación con un retroceso de -3.8% mensual; el reporte de julio contrastó con el avance mensual de 1.8% de junio.
Un análisis de Banco Base afirma que “la construcción muestra el rezago más significativo, al estar determinado por la inversión fija que ha mostrado una lenta recuperación debido a la incertidumbre interna... A tasa anual, el mayor deterioro se observa en el sector de edificación, con una contracción anual de 3.82% y un rezago de 12.66% con respecto a niveles prepandemia. Es decir, además de que no se observa una recuperación con respecto a febrero del 2020, se observa un deterioro de la construcción en edificación en los últimos 12 meses”.
Al respecto, analistas de Banorte opinaron que “el sector sigue enfrentando mayores costos de insumos, afectando la confianza de los empresarios”. Por lo tanto, consideran que “el escenario se mantiene complicado. En ese sentido, su dinamismo en el corto y mediano plazo tendrá como base proyectos de obras gubernamentales. Un ejemplo es el Tren Interurbano México-Toluca con planes de inaugurarse a finales de 2023”.
Las perspectivas del sector construcción siguen ancladas al desempeño de las grandes obras de infraestructura del gobierno federal y a la confianza afectada de la inversión privada en el sector y que se refleja en la contracción de la inversión en edificación.
