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El consenso de analistas prevé que la tasa de referencia del banco central finalice en 5.0%, hoy se ubica en 4.5 por ciento.

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Para lo que resta del año 2021 y posiblemente para 2022, la expectativa sobre las tasas de interés de referencia de México tienen una expectativa de alza.

De acuerdo con la encuesta Citibanamex de Expectativas, publicada el pasado viernes 20 de agosto, las tasas de fondeo bancarias finalizarán el año 2021 en 5%. Considerando que la tasa de referencia del Banco de México luego de dos incrementos en meses recientes se ubica en 4.5%, implicaría que el consenso de analistas prevé al menos dos ajustes a la alza de un cuarto de punto porcentual para lo que resta del año.

Asimismo, la misma encuesta anticipa que para el año 2022 habría otros dos incrementos de un cuarto de punto porcentual para alcanzar un nivel de 5.5 por ciento.

“Se anticipa que continuarán los incrementos de tasa. La gran mayoría de los participantes en la Encuesta Citibanamex de Expectativas de hoy estima que el próximo movimiento en la tasa de política de Banxico será un alza de 25pb que tendrá lugar en septiembre. El consenso continúa pronosticando que la tasa de política se ubicará en 5% al cierre de 2021 y en 5.5% al cierre de 2022”.

Justificación económica

Sin embargo, muchos se preguntan ¿por qué seguirá la tendencia de alza?

De acuerdo con un análisis de Banco Base, “a nivel global persiste la alta inflación, pues la desincronización por la pandemia continúa. Hay escasez de productos, cuellos de botella en centros de logística, cierre de puertos relevantes para el comercio internacional, incrementos en costos de fletes marítimos y alza en los precios de algunos  commodities. A nivel local, la inflación en México se ha ubicado durante 5 meses consecutivos por encima del 4%, que es el rango superior de la meta del Banco de México. Como la pandemia continúa y con esto seguirá la desincronización global, se espera que las presiones inflacionarias se mantengan hasta el 2022, lo cual incrementa las probabilidades de una política monetaria más restrictiva, es decir con mayores tasas de interés en el mundo”.

Agregaron que “el alza en tasa de interés, de manera teórica, restringe la demanda agregada, pues incrementa el costo del dinero en el tiempo: se eleva la tasa de interés y es más caro financiar consumo e inversión. Particularmente en México, la inversión se ve más afectada que el consumo al subir la tasa, siendo una ralentización del crecimiento de la inversión en el largo plazo, el principal impacto del incremento en tasas de interés”.

En México la inversión fija mostró una tendencia de baja desde finales del 2018, como consecuencia de incertidumbre por la política económica de México. A pesar de que ha repuntado en el segundo trimestre de 2021, ha sido solo “un efecto rebote tras la caída significativa del 2021. Bajo este contexto, sería lógico pensar que habría que incentivar a la inversión y de hecho así debería hacerse, pero desde la política fiscal, pues la política monetaria en México tiene como objetivo mantener la inflación baja y estable alrededor del 3%. No se trata de cambiar el objetivo de Banxico para incentivar el crecimiento económico, ya que la alta inflación afecta al poder adquisitivo de las familias y con eso afecta al consumo de manera directa y de manera indirecta a la inversión y la creación de empleo”.

Hoy la inflación se mantiene desde marzo a julio por arriba del 4.0% y  los analistas de Banco Base consideran que la amenaza es que así se mantendrá cuando menos hasta diciembre.

“Lo anterior es muestra que el proceso de formación de precios en México tiende hacia la alta inflación y no hacia la baja. Sin embargo, la inflación parece mostrar un nivel “tope” alrededor de 6%. Por lo tanto, ante altas inflaciones es conveniente ser cauteloso y seguir de cerca las expectativas, para combatir altas inflaciones esperadas mediante alzas de la tasa de interés. El tope de inflación ha sido consecuencia de la conducción de la política monetaria que mediante alzas en la tasa ha frenado las presiones. Como en México la inflación no tiene probabilidad importante de subir a niveles no controlables con pequeñas alzas de tasa, se estima que las subidas de tasa seguirán siendo de 25 puntos base, a menos que las expectativas apunten hacia inflaciones de 6.5%”.

Por lo tanto, como conclusión, el análisis de la institución financiera señaló que “bajo este contexto es previsible una o dos alzas más de 25 puntos base antes de que termine el 2021. Para el 2022 dependerá de cómo la Junta de Gobierno perciba la inflación y sus expectativas, sobre todo teniendo como nuevo gobernador a Arturo Herrera que, aunque tendrá el mismo voz y voto que los demás miembros de la Junta de Gobierno, podría sumarse al tono flexible que han tomado Gerardo Esquivel y Galia Borja en las últimas decisiones de política monetaria”.