Precisamente al imaginar la transformación de la ciudades, debemos considerar un fenómeno que es una consecuencia natural de la modernización y crecimiento de toda urbe: la revitalización urbana.
Antes de la ciudad estuvieron el caserío, el santuario y la aldea; antes de la aldea, el campamento, el escondrijo, la caverna y el montículo; y antes de todo esto ya existía la tendencia a la vida social que el hombre comparte, evidentemente, con muchas otras especies animales. En este último aspecto, el ser humano desarrolló factores de sociabilidad y congregación diferente a los animales que determinaron el nacimiento de la ciudad.
El crecimiento urbano debe estar acompañado de planes estratégicos de movilidad sustentables y eficientes.
Tanto desarrolladores inmobiliarios y profesionales del diseño arquitectónico, como urbanistas, coinciden en que se requiere un cambio en el paradigma de las ciudades y Veracruz, una de las líderes en México, no es la excepción.
Puntualiza el trabajo que se ha realizado en la entidad para convertirla en un imán de las inversiones, lo que se refleja en el avance en desarrollos residenciales, comerciales, culturales y de servicios.