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Durante los últimos 35 años, mientras que la población de Monterrey creció en 260%, la superficie lo hizo en 900%, por lo que atender a una ciudad tan extendida se ha vuelto incosteable por diversos  factores: transporte, seguridad y limpieza, entre otros.

Precisamente al imaginar la transformación de la ciudades, debemos considerar un fenómeno que es una consecuencia natural de la modernización y crecimiento de toda urbe: la revitalización urbana.

Antes de la ciudad estuvieron el caserío, el santuario y la aldea; antes de la aldea, el campamento, el escondrijo, la caverna y el montículo; y antes de todo esto ya existía la tendencia a la vida social que el hombre comparte, evidentemente, con muchas otras especies animales. En este último aspecto, el ser humano desarrolló factores de sociabilidad y congregación diferente a los animales que determinaron el nacimiento de la ciudad.

El crecimiento urbano debe estar acompañado de planes estratégicos de movilidad sustentables y eficientes.

Tanto desarrolladores inmobiliarios y profesionales del diseño arquitectónico, como urbanistas, coinciden en que se requiere un cambio en el paradigma de las ciudades y Veracruz, una de las líderes en México, no es la excepción.