Vivimos un momento en el que la Ciudad de México y la nación requieren inversión y generación de empleos, por lo que no nos podemos dar el lujo que una licencia en la Ciudad de México se tarde más de 24 meses; es una locura que afecta a todos.
La incertidumbre inicial de año no fue buena para el mercado. Ello nos obliga a prepararnos para los escenarios, ya sean buenos o malos, y también puede darnos determinación. Creo que este año será menos negativo de lo que pensamos.
Siempre está el riesgo de la situación macroeconómica del país que es ajena a nosotros. Se puede salir con un buen proyecto en tiempo y costos, pero si el país no está creciendo ni generando empleo, representa un riesgo.
Es indudable que México vive un momento de incertidumbre provocado por factores externos —nacionalismo y proteccionismo global amplificado por Trump, y factores internos— como un gobierno débil. Por ello, este año hay que actuar con cautela.
Por ahora el Real Estate es más un mercado de inversionistas locales, de quiénes pueden realizar sus inversiones en pesos con retornos en la misma moneda, y tienen un perfil a largo plazo para superar este ciclo de desaceleración.