A los desarrolladores nos gusta construir, pero hoy enfrentamos el reto de tener la disciplina de no tomar acción. Creo que este es un momento para sentarse, ver el escenario y decir: “en este momento no puedo tomar una decisión porque no tengo la información adecuada”.
En los momentos más críticos, los retos nos hacen ser más creativos. Por ejemplo, nosotros volteamos hacia una visión de inversión en el mercado interno. Prueba de ello, es que Inmobilia está desarrollando proyectos en zonas turísticas de alto crecimiento, donde sea sostenible a lo largo de los años.
El mercado inmobiliario nacional no se puede definir a nivel general porque son diferentes y los lugares dolarizados a los que no lo están; pero la Ciudad de México es la única que tiene los dos.
Existen muchas alternativas para reforzar nuestros ingresos y para construir un mejor país. Simplemente con arreglar el tema de la corrupción y el Estado de derecho, avanzaríamos más que con cualquier otra reforma estructural. Y eso solo depende de nosotros.
Los sueldos y salarios que percibe la gente no se van a incrementar en la misma medida que la inflación de los insumos y el encarecimiento de la tierra. Por ello, considero que el reto será mantener los precios de los inmuebles competitivos, y que puedan hacerse accesibles para el consumidor.