En el primer trimestre de 2025, más del 60% de las viviendas adquiridas con crédito hipotecario en México fueron de segunda mano, superando por amplio margen a la vivienda nueva. Esta preferencia no es casual: Responde a una combinación de factores económicos, de ubicación y de acceso al financiamiento.
¿Por qué la gente elige vivienda usada?
Uno de los principales motivos es la ubicación. Muchas viviendas usadas se encuentran en zonas más céntricas y consolidadas, donde hay servicios, transporte y una mejor conectividad urbana. A esto se suma la disponibilidad inmediata: Al tratarse de propiedades ya construidas, los compradores no tienen que esperar largos plazos de entrega, señaló Tuhabi.
Otro factor es el precio. Aunque el valor promedio de una vivienda financiada fue de 1.86 millones de pesos, el 25% de las operaciones se realizó por montos inferiores a 767 mil pesos, lo que evidencia una alta demanda en los segmentos de vivienda social y tradicional, donde la vivienda usada tiene mayor presencia.
Crédito hipotecario y digitalización: Impulsores clave
Pese a que la tasa promedio de interés fue de 11.65%, la colocación de créditos se mantuvo estable. Esto refleja la resiliencia del mercado y el interés sostenido por adquirir patrimonio, en especial entre quienes compran su primera vivienda.
Un mercado en transformación
Empresas como Tuhabi han detectado un aumento en la demanda de vivienda usada financiada, especialmente en segmentos populares. En su caso, el precio promedio de venta en este periodo fue de 1.22 millones de pesos, por debajo del promedio nacional, lo que demuestra que existe un mercado activo y con potencial.
La vivienda usada se mantiene como una opción más accesible, práctica y alineada con las necesidades reales de muchas familias mexicanas. Y mientras el crédito hipotecario siga adaptándose con tecnología y flexibilidad, este segmento continuará liderando las operaciones de compraventa en el país.