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La planeación de un proyecto industrial exitoso en México depende de cuatro factores clave: energía, agua, seguridad e infraestructura logística. Considerarlos desde el inicio permite desarrollar espacios sostenibles, eficientes y atractivos para la inversión. En el contexto del nearshoring, estos elementos son determinantes para la competitividad.

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El auge del nearshoring ha puesto a México en el centro de atención para empresas globales que buscan instalar centros de producción y logística cerca del mercado estadunidense. Sin embargo, más allá de la ubicación, desarrollar un parque o nave industrial requiere de una planeación estratégica que contemple condiciones específicas para operar de forma segura, eficiente y sostenible.

 

De acuerdo con especialistas del sector, hay cuatro factores fundamentales que deben considerarse desde la etapa inicial de cualquier proyecto industrial: Energía, agua, seguridad e infraestructura logística.

 

  1. Energía: Disponibilidad y confiabilidad

En muchas regiones industriales del país, la demanda de energía está empezando a superar la capacidad instalada. Para sectores como manufactura avanzada, electrónica o automotriz —que dependen de procesos eléctricos intensivos—, contar con un suministro eléctrico suficiente y estable es indispensable. Además, cada vez más empresas buscan operar con fuentes renovables, por lo que la instalación de infraestructura compatible desde el diseño puede marcar la diferencia en la viabilidad del proyecto.

 

 

  1. Agua: Acceso sostenible y gestión responsable

El estrés hídrico es una realidad en varias zonas industriales estratégicas del país. Por eso, asegurar la disponibilidad de agua a largo plazo se ha vuelto un tema crítico, especialmente en sectores que requieren procesos con alto consumo hídrico.

"Hoy no basta con tener acceso al agua; es indispensable garantizar su disponibilidad futura a través de soluciones tecnológicas y sustentables. La instalación de plantas de tratamiento que permitan reciclar entre el 80% y 90% del agua utilizada, junto con sistemas de captación pluvial integrados desde la etapa de diseño, no solo mitiga riesgos operativos, sino que convierte a los desarrollos industriales en modelos de eficiencia hídrica y responsabilidad ambiental", comentó René Morlet, director de proyectos industriales de JLL México.

  1. Seguridad: Protección integral

 

La seguridad va más allá de la vigilancia interna. Involucra la protección de activos, la integridad del personal y la seguridad en el transporte de mercancías. Evaluar las condiciones de cada región, así como integrar soluciones tecnológicas y protocolos de respuesta desde la planeación, es clave para reducir riesgos operativos y brindar certeza a los inversionistas.

 

  1. Infraestructura: Conectividad y logística

La ubicación de un proyecto industrial debe considerar más que el costo del terreno. La cercanía a carreteras, vías férreas, puertos o aeropuertos es esencial para garantizar una operación ágil y competitiva. La conectividad eficiente permite reducir tiempos y costos logísticos, mejora la movilidad laboral y facilita la integración a las cadenas de suministro globales.

"A pesar de este panorama retador, México cuenta con una oportunidad única para fortalecer su posición como hub industrial estratégico. La solución está en la planeación integral de los desarrollos inmobiliarios, donde la eficiencia, sustentabilidad y resiliencia se conviertan en ejes rectores" afirma Arturo Bañuelos, director de proyectos y desarrollos de JLL Latinoamérica.

 

Incorporar soluciones sostenibles, tecnología eficiente y una visión territorial alineada con el crecimiento urbano no solo mejora la operación de cada proyecto, sino que lo hace más atractivo para las inversiones de largo plazo.