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Además del uso personal, la compra de propiedades vacacionales está siendo vista como una estrategia de inversión de largo plazo, considerando la posible plusvalía, el potencial de renta temporal y la reventa futura.

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Tener una propiedad vacacional en México permite vivir una experiencia auténtica y cercana al destino elegido, al tiempo que brinda la comodidad de contar con un espacio propio, libre de las limitaciones de los hospedajes temporales y con un gran potencial de plusvalía en el tiempo.

De acuerdo con el Índice de Precios de Vivienda de la Sociedad Hipotecaria Federal, las entidades turísticas como lo son Baja California Sur y Quintana Roo han encabezado el mayor repunte de los precios durante los últimos años.

 

En los dos años más recientes (2023-2024) los pecios de la vivienda de ambas entidades reportaron un incremento acumulado de 30.6 y 27.9%, respectivamente, destacando por lo que sucede en Los Cabos y en todo el Corredor Cancún-Riviera Maya.

 

Reflejan estas cifras que adquirir una propiedad vacacional en diversos destinos de descanso son muy atractivos desde el punto de vista de la plusvalía a obtener.

Con orientación adecuada y visión estratégica, adquirir una propiedad vacacional en México puede convertirse en una experiencia gratificante y rentable, especialmente en un entorno que combina belleza natural, hospitalidad y crecimiento inmobiliario.

La llegada del verano y el aumento de las temperaturas han detonado un renovado interés por adquirir propiedades vacacionales en México, especialmente en destinos turísticos con riqueza natural y cultural. Esta tendencia ha fortalecido al mercado inmobiliario en diversas regiones del país, posicionándolo como una alternativa que combina descanso, estilo de vida e inversión.

 

La demanda por vivienda de extranjeros va en ascenso y la inversión extranjera directa en el sector inmobiliario residencial vacacional no ha dejado de fluir, lo que refleja un entorno favorable para quienes buscan un segundo hogar o una alternativa de retiro, especialmente en un contexto marcado por el nearshoring y el reposicionamiento estratégico de México como destino clave en la región.

 

En opinión de Alejandra Huerta, directora comercial de Levy Holding, poseer una propiedad en un destino turístico del país no solo representa beneficios financieros, sino también una conexión más profunda con la cultura local y una mayor comodidad al vacacionar.

“La posibilidad de poseer un inmueble en México para vacacionar ofrece una experiencia auténtica y una conexión más cercana con el lugar elegido, además de los beneficios prácticos de contar con un espacio propio sin las restricciones de los alojamientos temporales”, señala.

Siempre consideramos destinos tradicionales como Cancún-Riviera Maya, Los Cabos, Puerto Vallarta, Acapulco, San Miguel de Allende, como polos de inversión residencial vacacional; sin embargo, hay destinos que han ganado relevancia como Chapala, Jalisco, por su clima templado, proximidad a otros puntos turísticos y por albergar el lago más grande del país.

 

 

¿Qué considerar antes de comprar?

Adquirir una propiedad vacacional en México requiere análisis y planeación. Expertos como Huerta recomiendan:

Evaluar destinos: Desde las playas del Caribe hasta pueblos coloniales, cada lugar ofrece ventajas distintas.

Estudiar el potencial de inversión: Propiedades con amenidades de alta gama pueden generar atractivos ingresos por renta.

Conocer el marco legal: Para extranjeros, es clave informarse sobre permisos, regulaciones y obligaciones fiscales.

Asesorarse con profesionales: Una guía experta puede marcar la diferencia en todo el proceso de compra.