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Mientras la mayoría aspira a una casa independiente, la realidad económica impone barreras.

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En México, la cuestión de la vivienda sigue siendo un tema central para la sociedad, y el Monitor de Vivienda 2025 de Ipsos revela tanto desafíos como aspiraciones en torno a este sector.

 

La encuesta muestra que, aunque la propiedad de vivienda sigue siendo un objetivo deseado por la mayoría de los mexicanos, la situación económica y los altos precios de las propiedades dificultan el acceso a la vivienda para muchos, especialmente los jóvenes.

 

Aproximadamente el 68% de los encuestados se muestran preocupados por la vivienda, ya sea en términos de alquiler o de adquisición. Mientras que los propietarios de viviendas tienden a estar más satisfechos con su situación, aunque los arrendatarios se enfrentan a mayores dificultades económicas.

Particularmente, el 62% de los mexicanos temen no poder cubrir los pagos de su alquiler o hipoteca en los próximos 12 meses, lo que refleja una creciente preocupación por la estabilidad económica.

“En nuestro país, el sueño de ser propietario de una vivienda sigue siendo un objetivo primordial para la mayoría de las personas, pero también es una fuente de preocupación para muchos. Los altos precios de las propiedades y las tasas de interés elevadas se han convertido en barreras significativas, reflejando una necesidad urgente de soluciones que hagan más accesible este anhelo para los mexicanos”, destacó Fernando Álvarez Kuri, Senior Business Director de Ipsos en México.

 

 

También el informe señala que solo el 33% de los mexicanos creen que el país está en el camino correcto en cuanto a las políticas de vivienda. Esto se debe, en gran medida, a los altos precios de las viviendas, los cuales son percibidos como el mayor problema por la mayoría de los ciudadanos. Sin embargo, a pesar de este pesimismo, muchos mexicanos siguen considerando la propiedad como un símbolo de seguridad y estabilidad, con un 71% de los arrendatarios deseando poder comprar una vivienda en el futuro.

 

Además, se observa que el modelo de vivienda ideal en México sigue siendo la casa independiente, preferida por los encuestados. Este dato refleja un deseo de mayor privacidad y autonomía, características que la mayoría de las personas asocia con una vivienda propia.

 

Sin embargo, la difícil situación económica y los altos precios de la vivienda generan un contraste entre las aspiraciones de los ciudadanos y las condiciones reales del mercado inmobiliario mexicano.

En términos de políticas públicas, la encuesta muestra una falta de confianza en la capacidad del gobierno para abordar eficazmente la crisis de la vivienda. Aunque una mayoría de los mexicanos está de acuerdo en que todos deberían tener derecho a ser propietarios, hay escepticismo sobre la efectividad de las medidas gubernamentales para facilitar el acceso a viviendas asequibles.

 

Por último, aunque las aspiraciones de los mexicanos en términos de vivienda siguen siendo altas, la situación actual del mercado con altos precios y una oferta insuficiente, sigue siendo un obstáculo significativo para alcanzar estos objetivos. Las políticas públicas deberán adaptarse a las nuevas realidades del mercado si se quiere lograr un cambio sustancial en el sector.