Un desalojo inmobiliario es un proceso legal que ocurre cuando los ocupantes de una propiedad, ya sean inquilinos o deudores, se niegan a abandonar el inmueble voluntariamente. Este procedimiento es común en casos de remates hipotecarios, donde el nuevo propietario busca recuperar la posesión del bien.
El primer paso para evitar complicaciones, dijo, es intentar una negociación extrajudicial con los ocupantes. Esto implica dialogar para encontrar una solución pacífica, revisando la situación legal del inmueble y evaluando las opciones de pago o compensación. Sin embargo, es común que esta alternativa no prospere, lo que lleva a la necesidad de iniciar un procedimiento legal de desalojo.
Pasos del desalojo legal:
- Notificación legal: Se entrega al ocupante un aviso oficial solicitando la entrega voluntaria de la propiedad, estableciendo un plazo y cumpliendo con los requisitos legales. Este documento debe ser avalado por un actuario, quien certifica la entrega de la notificación.
- Orden judicial de desalojo: Si el ocupante no responde dentro del plazo, el siguiente paso es obtener una orden judicial. Esto requiere presentar una solicitud ante un juez, quien evaluará si se han cumplido todas las condiciones necesarias para proceder.
- Ejecución del desalojo: Si el ocupante continúa sin abandonar el inmueble tras el plazo estipulado, se procede con el desalojo, contando con el apoyo de la fuerza pública para garantizar que se cumpla la ley. En este punto, el juez puede autorizar el uso de la fuerza, como forzar cerraduras, si es necesario.
- Respeto a los derechos del ocupante: Aunque el objetivo es recuperar la propiedad, es fundamental que el proceso respete los derechos de quienes la ocupan. Todo el desalojo debe ajustarse a las normativas para evitar complicaciones legales o demandas posteriores.