El Banco Inmobiliario Mexicano (BIM) anunció una próxima inversión por 13,500 millones de pesos (mdp) para otorgar créditos puente a desarrolladores en lo que resta de este año, con el objetivo de que construyan alrededor de 12,500 viviendas nuevas.
La iniciativa surge como respuesta a la creciente demanda generada por el proceso de relocalización de empresas o nearshoring en el país. Por lo que las viviendas se construirán en el norte y en el occidente de la República Mexicana, en donde se espera que se instalen la mayoría de las empresas que están reubicando sus cadenas de producción.
El director general de BIM, Rodrigo Padilla, adelantó que esperan que las fábricas comiencen a producir a lo largo de 2023 (mientras) las personas acceden a créditos hipotecarios.
Sin embargo, la industria de la vivienda en México enfrenta desafíos debido a la disponibilidad de espacios habitacionales y al rezago en la producción de nuevas unidades. Además, la inflación en los precios de los materiales de construcción afectó la construcción, aunado al aumento de las tasas de interés y los desafíos burocráticos para iniciar proyectos.
A lo anterior se suma que el nearshoring traerá consigo retos para la industria de la vivienda del país, en cuanto a la disponibilidad de espacios habitacionales.
Rodrigo Padilla destacó que la falta de vivienda representa un riesgo significativo, ya que podría llevar al crecimiento de asentamientos irregulares y al hacinamiento en el país. Ante esta situación, el Banco Inmobiliario Mexicano hace un llamado a tomar medidas para evitar este escenario perjudicial para todo el país.
El rezago habitacional en México es creciente, ya que la industria de la vivienda ha dejado de construir hasta 200,000 unidades anualmente. Para satisfacer la demanda de los próximos años, se estima que se necesitan construir al menos 500,000 unidades.
