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Es clave que los parques industriales puedan ofrecer energía de calidad y el suministro de ésta a un costo competitivo.

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La relocalización de empresas en México dejará una derrama calculada en 55 mil millones de dólares para este 2023, pero también agotará la disponibilidad de naves industriales en la frontera norte y en los corredores más importantes del país, donde hay una lista de espera de cerca de 400 compañías.

México ha captado entre 75 y 100 compañías estadounidenses, canadienses, chinas, coreanas y japonesas, quienes han movido o ampliado sus plantas de operación en el país, la mayoría para los segmentos de autopartes, manufactura, metalmecánica, muebles e industria textil.

Y para que este fenómeno del mercado inmobiliario se pueda realizar, es clave que los parques industriales puedan ofrecer energía de calidad a un costo competitivo, así como el suministro.

 

El desarrollo de parques industriales existentes y nuevos es clave para que México siga siendo un destino atractivo para las empresas que están reubicando sus operaciones.

 

Cabe recordar que ha sido un gran reto para los desarrolladores conseguir los kilovoltiamperios en tiempo y forma para sus inquilinos, y el creciente problema de escasez de energía representaría retos para la competitividad en los principales centros industriales en México.

“Vemos un problema en el suministro de cierta infraestructura, como en la energía eléctrica. Nos preocupa que haya plazas en donde está topada la capacidad de suministro y esto nos va a afectar en poder atender a nuevos inversionistas”, dijo Sergio Argüelles, presidente de AMPIP.

 

 

Incuso ocho de cada 10 proyectos de parques industriales están detenidos por falta de suministro eléctrico debido a problemas de abasto por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). En Querétaro, Guanajuato, Tijuana, Zapopan, Saltillo y Piedras Negras, por ejemplo.

En algunos casos, optan por invertir en cogeneración de energía con gas natural, pero estos proyectos cuestan aproximadamente 500 millones de pesos y los permisos para usarla en sus operaciones son difíciles de conseguir.

De no existir las condiciones necesarias, los desarrolladores apostarían por tener reservas privadas de energía o subestaciones propias, lo cual garantizaría el correcto funcionamiento los parques, pero una cosa es generar energía y otra es la transmisión a las diferentes regiones y luego distribuirla.

 

/Con información de MexicoIndustry/