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Para que el arrendamiento pueda evolucionar según las necesidades y requerimientos de los actores en el mercado, deben atenderse tres retos principales.

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Con el objetivo de reflexionar sobre el alquiler de vivienda como un recurso que debe ser asequible garantizando paz y seguridad, además de un elemento necesario para la movilidad laboral, así como un proceso que debe llevarse a cabo en un entorno justo, la Unión Internacional de Inquilinos (International Union of Tenants o IUT) instituyó el primer lunes de octubre como el Día Internacional del Inquilino.

“La falta de vivienda asequible es un factor importante de exclusión social. Sin duda el mercado de arrendamiento está tomando fuerza respecto al de vivienda propia por diversas causas, entre ellas, el encarecimiento de inmuebles nuevos, el alza a las tasas de interés y la pérdida de poder adquisitivo de la población debido a niveles de inflación históricos.

 

“Para la población económicamente activa, cada vez es más difícil comprar una casa o departamento. Del parque inmobiliario en México, la vivienda en arrendamiento ronda el 20%, pero en ciertas alcaldías de la capital llega a ser hasta del 40%”, mencionó Diego Llano, CFO de Morada Uno.

 

En su opinión, este segmento tiene un gran potencial tanto para los profesionales inmobiliarios (asesores, inversionistas, brókeres y desarrolladores), como para el usuario final. Sin embargo, advierte que México se encuentra rezagado en esta materia cuando se le compara con otros países.

Dos de los mercados más avanzados en términos de tecnología inmobiliaria y liquidez en el tema del arrendamiento son Estados Unidos y Reino Unido, donde la tecnología y el acceso a fuentes de información han hecho del arrendamiento un proceso más seguro y sencillo de llevar a cabo. El acceso a la información tanto de las personas como del sector es pleno y ello permite tomar mejores decisiones.

 

 

Llano resaltó que en Estados Unidos es muy fácil que un inquilino llene una aplicación en una página web, se le califica por su perfil crediticio, su capacidad de pago y se lleva a cabo la firma de los contratos de manera fluida y transparente, sin requisitos que son difíciles de alcanzar.

 

Desde su perspectiva, son tres los retos principales en los que se tiene que trabajar para que el arrendamiento en México pueda evolucionar con base en las necesidades y requerimientos de los actores en el mercado:

 

1) En la cuestión legal.

Por parte de los propietarios, el Estado de Derecho en México genera un alto nivel de desconfianza, por lo que establecen requisitos de garantía para la renta que son muy elevados, como un aval dueño de una propiedad libre de gravamen en la misma ciudad, que es un requisito que el 40% de los mexicanos no pueden cumplir.

México está muy rezagado en el proceso de renta y la seguridad jurídica de la operación, las fuentes de información que se tienen no son transparentes, se carece de experiencias digitales y los mecanismos de garantía que se utilizan son altamente burocráticos, lo que genera mucho desgaste para todos los involucrados.

 

 

Hay mucho que hacer en materia de legislación para establecer procesos de Estado de Derecho y propiedad de los inmuebles, aseveró el CFO de la startup, para que en caso de incumplimiento de un contrato de renta se pueda exigir la recuperación del inmueble de manera eficiente y que los propietarios no estén a merced de juicios extremadamente largos.

Un buen avance en esa dirección son los Centros de Justicia Alternativa (al ser una solución a los juicios de materia civil de arrendamiento). No obstante, todavía no es un recurso del dominio de todos los asesores inmobiliarios y mayormente se utiliza de forma reactiva, cuando tendría que ser usado de manera preventiva para dar mayor seguridad jurídica a las partes que participan en el arrendamiento.

 

2) A nivel sector.

Hoy existen varias empresas de tecnología (proptechs) que buscan agregar seguridad y liquidez al mercado desde distintos ángulos.

“Asesores, brókeres, desarrolladores y usuarios necesitan navegar en todas estas opciones y averiguar qué alternativas, herramientas y procesos se acoplan mejor a sus necesidades y a su modelo de negocio. Deben apalancarse de esas empresas para dar mejores experiencias a sus usuarios. Si algo es cierto en el siglo XXI es que los consumidores cada vez ponen más alta la barra en cuanto a expectativas de experiencias digitales seguras, fáciles y rápidas”, señaló el experto.

 

Queda en manos de los profesionales inmobiliarios incorporar a sus flujos de trabajo todo esto para ofrecer un óptimo servicio profesional y, de esa manera, mantenerse competitivos.

 

3) En lo concerniente al usuario.

¿Cuál es el perfil del propietario en México? Es una persona de 65 años, jubilada y que tiene 1.5 propiedades en promedio. Como el alquiler inmobiliario es una de sus principales fuentes de ingreso, debe asegurarse de tener transacciones exitosas.

Los adultos mayores llevan muchos años llevando a cabo transacciones de forma tradicional. El aval representa su principal protección y convencerlos de que hoy existen alternativas que dan más seguridad y que les pueden dar mayor rentabilidad en su inversión inmobiliaria es todo un reto.

 

 

Tanto las empresas de tecnología aplicada a los bienes raíces, como los arrendadores y arrendatarios necesitan conocer las nuevas formas de investigar al inquilino y asegurar el éxito de una operación con base en procesos que pueden llevar al cierre hasta 10 veces más rápido.

No es fácil, pero el primer paso ya se ha dado, queremos empoderar a ese 40% de mexicanos que necesitan una vivienda en renta, dijo el directivo, y que hoy no pueden cumplir con un requisito anticuado y fácilmente sustituible con tecnología para hacerlo.