Hoy en día, es poco práctico y nada efectivo tener un contrato de 40 hojas difícil de entender y cuyo proceso burocrático le haga perder a la persona que renta un inmueble la posibilidad de cerrar un trato con un buen inquilino.
Sin embargo, “hoy es posible pasar de un contrato de arrendamiento de 40 hojas a uno de diez sin sacrificar la seguridad de las partes involucradas, esto gracias a la optimización del proceso del alquiler inmobiliario en la era digital”, expresó Gerónimo Gaxiola, director legal de Morada Uno.
Inclusive, dijo el especialista en un comunicado, podemos encontrar en el mercado contratos de dos hojas; pero más allá de la cantidad, lo importante es la calidad de la información que contengan y, principalmente, que garanticen los derechos y las obligaciones tanto del inquilino, como del propietario.
Por lo que se puede considerar una ‘simplificación’ del contrato de alquiler el plasmar únicamente las cláusulas que tienen verdadera importancia y valor comercial en el día a día del arrendamiento, señaló Gaxiola, directivo de la proptech 100% mexicana.
Algunas de las cláusulas son las siguientes:
- De qué inmueble se trata
- Por cuánto tiempo se va a arrendar
- El precio o la renta que se debe pagar
Los anteriores tres puntos básicos definen el uso y goce temporal de un inmueble a cambio de una contraprestación y conforman el arrendamiento per se. Y es conveniente añadirles los siguientes:
- Cuál es el destino del inmueble (habitacional, comercial o industrial)
- Todos los detalles relativos al depósito en renta
- Lo concerniente a obras, reparaciones y quién debe llevarlas a cabo
- Intereses moratorios y pena convencional
- El reglamento que se debe cumplir
- Motivos por los que se cancela el contrato
- Ajuste anual en el precio de la renta
“Nosotros nos encargamos de hacer un contrato sencillo, fácil de comprender para ambas partes, el objetivo es evitar la firma de un documento ventajoso para el arrendador, pues en el mercado es común ver contratos que obligan al inquilino a asumir responsabilidades que van más allá de las prácticas comerciales comunes”, comentó el director legal de Morada Uno.
Ventajas de este tipo de contratos
En cuanto a las ventajas de reducir las páginas y aumentar la certeza en la renta inmobiliaria, Diego Llano, director de finanzas de esta proptech, añadió que un buen arrendamiento se da solo cuando hay confianza entre las partes y transparencia en los términos.
“Con un contrato largo y críptico el inquilino no puede llegar solo a la transacción, le tiene que pedir a un abogado que revise el contrato por él, lo que incrementa sus gastos, porque tiene el depósito, la renta y la mudanza; el propietario también debe involucrar a su abogado y eso da lugar a un detrimento en la experiencia de renta. Se generan pérdidas de tiempo y dinero para todos”.
“Un documento confiable genera mejores interacciones, hace que exista un canal de comunicación y voluntad de las partes a ser flexibles y solucionar eventuales descontentos, y que haya alternativas previas al litigio para dar solución a controversias. Siempre que se parta de ese lugar, se estará empezando de buena manera un arrendamiento”.
Llano comentó por último que los mejores arrendamientos son aquellos que se hacen con profesionales inmobiliarios quienes a su vez, trabajan con empresas serias que ofrecen contratos bien hechos y protección de arrendamiento.
Soluciones de proptechs como Morada Uno, “combinan la seguridad jurídica de un contrato, con la certeza de investigar el perfil de un potencial inquilino con tecnología de punta e incluso garantizar la protección del propietario frente a los riesgos del alquiler, como es el caso de las rentas no pagadas”, se indicó.