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Para efectuar una inversión hay que ser muy cautos y no dejarse deslumbrar por la promesa de un retorno superior y en poco tiempo.

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La inversión ha llamado la atención de la población mexicana al considerarla un instrumento útil para incrementar su patrimonio, aunque todavía la mayoría actúa con cautela. Pero el desconocimiento o la ambición de conseguir dinero rápido, lleva a los inversionistas a arriesgarse con entidades informales o no reguladas que prometen otorgar mayores rendimientos en poco tiempo.

Detrás de las operaciones fraudulentas que se realizan en línea hay personas que se aprovechan de la falta de educación financiera que existe en el país, y logran hacerse pasar por empresas de inversión, de créditos o de otro tipo que ofrecen crecer el capital en plazos cortos o brindar préstamos en cinco minutos.

 

 

Las estafas más frecuentes son los esquemas Ponzi o las pirámides financieras, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF). En cuanto al sector inmobiliario, se pueden encontrar diferentes tipos de fraudes, por ejemplo:

  • Anuncios de viviendas que no existen. Utilizan fotos de casas o departamentos que hay en internet para poner a la venta una propiedad falsa.
  • Solicitan pagos adelantados. Piden dinero por adelantado para apartar el inmueble.
  • No dan contratos de compraventa. Recuerda que el contrato formal es el documento que da legalidad a la transacción y la firma se debe llevar a cabo frente a un notario público.
  • Engañan en las preventas inmobiliarias. Cuando el proyecto está en desarrollo, piden anticipos para modificaciones, no presentan documentos del proyecto o la inmobiliaria, tampoco tienen registros de proyectos previos.

Una muestra de este tipo de estafas inmobiliarias sucedió en Guadalajara, donde una empresa del ramo inmobiliario, con un modelo de inversión, acumuló más de 600 denuncias por fraude, cuyo monto asciende a 703 millones de pesos.

 

La Profeco incluye las quejas del sector inmobiliario entre las 10 más recurrentes, lo que indica que este caso no es exclusivo de las empresas o plataformas de inversión en bienes raíces, pero sí resalta la importancia de realizar denuncias formales.

 

“Ningún sector está exento de fraudes, de ahí la importancia de conocer casos como éste, que nos permiten identificar los focos rojos. Antes de invertir en cualquier modelo es importante que se investigue a fondo sobre la empresa, de qué se trata, a partir de cuánto capital se puede iniciar, cómo se invierte, en cuánto tiempo se obtienen ganancias y a qué plazos. Estas preguntas ayudarán a no caer en riesgo de estafa”, señaló Simon Dalgleish, director general de M2CROWD.

Agregó que es posible colocar el dinero de manera segura y garantizar su crecimiento, por lo que compartió las siguientes señales de alerta que indican que estás ante un posible riesgo de ser víctima de un delito.

  • Prometen elevados rendimientos. Cada inversión tiene distintos beneficios y niveles de riesgo, si bien es cierto que a mayor nivel de riesgo hay mayor potencial de ganancias, si alguien te ofrece rendimientos anuales superiores al 20% estamos ante una red flag y es probable que sea un fraude. Sé precavido, no te dejes deslumbrar por la promesa de un retorno superior a tu inversión en poco tiempo, una tasa de productos muy conservador puede estar entre 4 y 6%, a partir de ahí algunas de las más altas están entre 7 y 15%. Antes de aceptar, revisa diferentes opciones que te permitan conocer el mercado y establecer puntos de comparación.

 

 

  • La empresa no pertenece a ninguna asociación o su nombre no se encuentra registrado ante ningún ente regulador.

Comprueba que sea una empresa formal, existen diversas asociaciones que agrupan a los representantes del sector inmobiliario, su inclusión en alguna de ellas podría ser una señal de fiabilidad; un ejemplo es la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios a nivel nacional en México (AMPI).

 

Si es una fintech, debe estar aprobada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), en el caso de una crowdfunding, la podrás ubicar en la Asociación de Plataformas de Fondeo Colectivo (AFICO). Otra forma de consultar la veracidad de la institución financiera es en el Sistema de Registro de Prestadores de Servicio Financiero (SIPRES).

 

  • Cuentan con documentación incompleta del inmueble o tienen poca información del proyecto. El defraudador puede ser cualquier persona o empresa, no te dejes guiar por las apariencias, antes de invertir verifica la situación legal y fiscal del inmueble, debe estar libre de gravámenes y al corriente en pagos. Si es un desarrollo inmobiliario puedes solicitar documentos que avalen la pertenencia, como la escritura del terreno o la licencia de construcción emitida por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi). Si te prometen el envío de la información y no lo hacen o faltan documentos, puede ser una señal de alerta.
  • Únicamente cuentan con redes sociales. Hay claves que te ayudarán a distinguir a una empresa legal, por ejemplo, además de acceder fácilmente a los datos de contacto, poseen un sitio web con un dominio seguro. También podrás encontrar el historial de diversas operaciones inmobiliarias, incluso puedes visitar sus oficinas físicas o pedir comentarios o recomendaciones de otros inversionistas.

 

 

  • Cuenta con reclamaciones y referencias constantes de fraude. Para saber el comportamiento de una empresa con sus clientes, puedes conocer los principales motivos de reclamación en el Buró Comercial de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), revisa cada una, si existen anomalías con seguridad tendrás indicios del riesgo que corre tu dinero.

Invertir en una plataforma de tecnología financiera puede ser una opción confiable; sin embargo, es imprescindible poner atención en elementos clave. Antes de firmar cualquier contrato o aceptar las condiciones de uso, revisa a detalle los términos. Las ventajas son diversas; por ejemplo, el crowdfunding inmobiliario rompe con los modelos tradicionales y cambia el paradigma de inversión, donde cualquier persona interesada puede participar con cantidades pequeñas.