Cifras del Indicador Mensual de la Actividad Industrial correspondientes a octubre, que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), indicaron que el sector de la construcción reportó un avance de 0.5% mensual, considerando cifras desestacionalizadas.
Sin embargo, a tasa anual se observó una contracción de -8.9% para ser la caída más importante desde diciembre de 2020.
Finalmente, en el acumulado de los primeros 10 meses del año, la industria de la construcción presenta un crecimiento de 4.6% en comparación al periodo similar del año pasado. De enero a octubre la edificación ha crecido 7.5% en términos anuales, a diferencia de las obras de ingeniería civil que caen -2.0% y los trabajos especializados que disminuyen 0.5% anual.
Comparativamente, en el mismo periodo de 2023 el sector crecía a un ritmo anual de 15.1%, de enero a junio de 2024 crecía 10.1% para desacelerarse más rápidamente en el segundo semestre hasta acumular 4.5% de crecimiento de enero a octubre en términos anuales.
Este comportamiento mixto sugiere que el mercado enfrenta retos significativos relacionados con la falta de dinamismo en la inversión pública, la cual ha sido un motor tradicional para grandes proyectos de infraestructura. A pesar de ello, el repunte de la inversión privada podría convertirse en un pilar para estabilizar el sector, siempre que las condiciones económicas y de financiamiento se mantengan favorables.
Por otro lado, el contraste entre el crecimiento acumulado del 4.6% en los primeros 10 meses de 2024 y el ritmo más acelerado observado en años previos, como el 15.1% en 2023, subraya la magnitud de la desaceleración. Este cambio se alinea con una tendencia general de enfriamiento en la actividad industrial y pone de manifiesto la necesidad de estrategias específicas para revitalizar la construcción, como incentivos para proyectos de infraestructura sostenible, mayores alianzas público-privadas y programas que fomenten la especialización técnica y tecnológica del sector.