Dentro del rango de las economías emergentes, China y México, estarían a la baja en el estimado preliminar que hizo Moody’s este día.
Para el caso de México, se redujo la expectativa de crecimiento, la cual pasó del 6.1% pronosticado hace apenas un mes, a 5.5% que dio a conocer el día de hoy.
Para 2022, se mantiene la perspectiva en 3% y en adelante, prevé que crezca ligeramente por debajo de 2%, aunque no detalló los argumentos de los cambios en sus estimados de crecimiento para la actividad económica de México.
En el aspecto inflacionario, Moody’s prevé que la inflación —el incremento generalizado de precios— en México cierre en 6.2%, para llegar a 3.7% en 2022, y para el cierre de 2023, ubicarlo en 3.2%, respectivamente.
En su reporte sobre perspectivas globales, la calificadora argumentó que los efectos del Covid-19, crearon desequilibrios en la cadena de abastecimiento y en la falta de mano de obra, aunque ambas comenzarían a disiparse en 2022, lo cual permitirá que la economía global entre en una etapa de crecimiento estable para 2023.
Otras naciones
Para 2022, Moody's espera un crecimiento 4.4% para las economías del G20 —que concentran 85% de la actividad económica mundial— y de 3.2% en 2023, impulsados por más gasto familiar, el reabastecimiento de inventarios y mayores flujos de capital.
Reconoció que actualmente se vive un momento de desequilibrio entre oferta y demanda, así como la persistente falta de mano de obra en el mercado, la cual mejoraría en los próximos trimestres y permitir que se moderen las presiones inflacionarias por la oferta, destacó la firma de riesgo crediticio.
“Las condiciones monetarias y crediticias se tornarán más restrictivas conforme los bancos centrales busquen eliminar la liquidez de la era de la pandemia y el apoyo a tasas de interés, de camino a la adopción de una postura neutral”, destacó Madhavi Bokil, analista de Moody's.
Con información de La Jornada