Los cambios destacados en las tendencias migratorias están provocando cambios significativos en los movimientos de población saliente en Estados Unidos. Un mayor aumento en los movimientos entrantes hace que las ciudades sean más susceptibles al alza de los precios de las viviendas.

Como una de las compras más importantes que los consumidores harán en sus vidas, la asequibilidad es un importante factor de decisión. Mattydale, Nueva York es para los estadounidenses el mercado más asequible de su país.

La cadena de tiendas de autoservicio estima que el piso de ventas se incremente 3.6% este año, mientras que las ventas totales espera crezcan entre 9.0 y 10% en México.

La demanda sigue siendo alta a pesar de las tasas hipotecarias más altas, que tampoco tienden a afectar al segmento de alto nivel tanto como al resto del mercado.

En Estados Unidos, las ciudades pequeñas y medianas demuestran ser las mejores opciones para los compradores que inician su viaje como propietarios de una vivienda.

En diciembre pasado, el número de viviendas en venta activa aumentó 4.4% año tras año, lo que indica un mercado más activo y mayores niveles de inventario para posibles compradores, según Realtor.com.

La disminución del alquiler multifamiliar continúo en diciembre, por lo que bajaron por quinto mes consecutivo para caer 4 dólares, a un promedio de mil 709 dólares, de acuerdo con Yardi Matrix.

Un alto porcentaje de consumidores en Estados Unidos encuestados, espera que las tasas hipotecarias bajen. Sin embargo, sus percepciones sobre las condiciones de compra de una vivienda siguen siendo pesimistas.

El rascacielos será parte de un desarrollo llamado Boardwalk at Bricktown en el centro de Oklahoma. Actualmente, el edificio más alto de la ciudad es la Torre Devon de 257 metros.

Una encuesta aplicada en Estados Unidos muestra que las principales motivaciones para mudarse en 2023, como querer estar más cerca de la familia y la jubilación, han disminuido en comparación con 2022.

Mientras que los estados occidentales del país encabezan la lista de mayores salidas, los estadunidenses acuden en masa al sureste y a metros cuadrados menos costosos para habitar.

La asequibilidad y el crecimiento del empleo llevan a las regiones de los Grandes Lagos y el Medio Oeste a la vanguardia del pronóstico de Zillow para 2024.

Factores como la calidad de la construcción, el cumplimiento de los plazos, la transparencia en la comunicación y el servicio al cliente influyen en la confianza de los compradores estadounidenses.

Economistas de instituciones como la Universidad de Chicago Booth, la Universidad de Stanford y el ITAM informaron que los trabajadores estadounidenses que adoptaron el trabajo desde casa ahorraron en promedio 65 minutos diarios en desplazamientos y actividades de aseo personal. 

La reciente desaceleración en el reabastecimiento de inventarios por parte de minoristas, las tasas de interés crecientes y cambios en el gasto del consumidor han contribuido a una disminución en la demanda de almacenes.

Un informe de noviembre pasado refiere que en 52 áreas metropolitanas de Estados Unidos las ventas de viviendas disminuyeron 9.8% en comparación con octubre y 6.5% en contraste con noviembre del 2022. 

Dada la insuficiente oferta y la demanda elevada, se espera que los precios de las viviendas aumenten 2.6% en 2024, a pesar de que se anticipan que bajen las tasas de interés.

Las pequeñas ciudades del noreste destacaron como los mercados más populares de Zillow en 2023, siendo West Chester, Pensilvania, clasificado como el favorito de los compradores. 

Desde el 2022, los propietarios de viviendas han sido cautelosos sobre los costos de ser dueños de un hogar, por lo que ahora priorizan sus presupuestos para evitar que los pequeños problemas sean mayores.

El 74% de los inquilinos dicen que su cronograma para comprar una casa se ha alargado a medida que las tasas hipotecarias han aumentado. Mientras que los estadounidenses mayores están vendiendo casas para vivir en apartamentos y los Baby Boomers valoran las interacciones sociales de vivir en apartamentos más que la Generación Z y los Millennials.