A pesar de la crisis económica que desató la pandemia por el Covid-19, la banca mexicana se mantuvo sólida y con mucha liquidez. Actualmente, dispone de 1.3 billones de pesos para financiar los proyectos de las empresas y las personas, entre ellos, el otorgamiento de créditos hipotecarios.
La colocación de crédito hipotecario durante la parte más complicada de 2020 y los tres primeros trimestres de 2021 ha sido como ir del infierno al cielo, con un resurgimiento increíble. El cierre del segundo año de pandemia apunta a ser extraordinario, superando incluso el balance de 2019.
El crédito de la banca es una de las herramientas clave para detonar y sostener el crecimiento económico de un país.
Aunque el número de créditos colocados ha disminuido en años recientes, el monto promedio de cada crédito ha repuntado en forma considerable, tan solo 83.2% en los últimos cinco años.
La responsabilidad de todos los actores, desde las autoridades, instituciones y clientes, evitó una crisis financiera y familiar. La situación puso a repensar a toda la industria inmobiliaria e hipotecaria y se reaccionó con rapidez y correctamente.