Esto, a través de dos ejes. Primero, mejorar la calidad de vida de sus afiliados diseñando estrategias y productos dependiendo del segmento de la población al que se dirija. El Instituto ha identificado que el rezago habitacional puede atenderse de diversas formas como productos para vivienda usada, ampliaciones, remodelaciones, recolocación de viviendas e incluso el esquema de rentas. El objetivo es promover un crecimiento más ordenado del parque habitacional y fomentar ciudades más compactas. En aquellas ciudades con mayor densidad, la vivienda vertical también será una opción.
En el segundo eje, el Instituto pretende ofrecer soluciones financieras acorde con el ciclo de vida de sus afiliados. Dentro de éstos, se contempla el esquema de renta, refinanciamiento a buenos pagadores, flexibilización del segundo crédito, transferencia intergeneracional de la subcuenta de vivienda y créditos familiares; soluciones que no son excluyentes. Todo lo anterior, dependerá de la ubicación geográfica donde se ejercen los créditos con miras a alcanzar equilibrio entre el tamaño de la vivienda y las características de las ciudades, de acuerdo con un análisis de BBVA Bancomer.
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