La construcción de vivienda se contrae por el contrapeso de nuevas soluciones. Menor demanda por vivienda de interés social motivó a una disminución en los niveles de crédito puente. Problemas de información entre los jugadores y poca flexibilidad tecnológica del modelo anterior, contribuyeron a forzar el cambio. La vivienda nueva tendrá que competir ahora con una mayor diversidad de opciones para quienes buscan una solución habitacional.

La expectativa para el sector sigue siendo frágil ya que el número de empleos bien pagados, aquellos que obtienen más de cinco veces el salario mínimo mensual, no creció durante 2013.

Samuel Vázquez, analista de BBVA Bancomer, afirmó en conferencia de prensa que "si no se generan empleos bien remunerados será difícil que se coloquen más hipotecas. Esperamos que las reformas eventualmente generen más empleos mejor pagados, pero si esto no ocurre, las perspectivas de crecimiento no serían buenas", aseveró.

Para lograr mejores ingresos entre los empleados, el especialista dijo que debe haber un aumento en la productividad.

Indicó que durante 2013 la venta de vivienda nueva se ubicó entre 200 mil y 250 mil unidades, cifra que se encuentra por debajo de la meta de las 500 mil previstas por el gobierno federal, y para 2014 se espera un número muy similar.

Vázquez enfatizó que el modelo de construcción de vivienda "masiva" ya es obsoleto, por lo que regresar a las cifras históricas, tanto de producción como de venta, de 2008 será complicado.

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