El Programa Sectorial de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano 2013-2018 reveló que el déficit habitacional en México se ubica en 15.3 millones de viviendas, de las cuales hay que reemplazar 3 millones y las 12.3 restantes requieren un mejoramiento y ampliación.
La política de vivienda ha descuidado las necesidades de la población de bajos ingresos y se ha centrado en sectores medios y afiliados a la seguridad social, según un documento publicado en el Diario Oficial de la Federación.
De acuerdo con el diagnóstico, hay un elevado porcentaje de viviendas en condiciones de hacinamiento, construidas con materiales deteriorados o inadecuados, alejadas de equipamientos urbanos, sin contar con los servicios básicos, cuyos derechos de propiedad no son plenamente reconocidos y con un sistema financiero incipiente.
Información del Consejo Nacional de Población (Conapo), señaló que se requerirán 10.8 millones de soluciones de vivienda para atender el crecimiento de la población en los próximos 20 años.
De tal forma que se deberá ampliar la cobertura e impulsar una mayor participación de la banca privada e intermediarios financieros regulados en el otorgamiento de créditos a la vivienda. La ampliación deberá traer soluciones habitacionales que incluyan estrategias de planeación en cuanto al equipamiento urbano; esto es, con estrategias sobre movilidad, cercanía a centros de salud, educación y recreación, entre otros, para evitar el abandono de las viviendas.