El mercado inmobiliario industrial en México se encamina a una etapa de expansión histórica. De acuerdo con estimaciones de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (Ampip), el país podría llegar a 583 parques industriales en operación para 2030, una cifra que más que duplica el número existente a inicios de la década y confirma el papel estratégico del sector en el desarrollo económico nacional.

Las proyecciones indican que el crecimiento no solo se reflejará en el número de desarrollos, sino también en la actividad que concentran. Para el cierre de la década, se espera que cerca de 4,900 empresas operen dentro de estos parques, frente a las poco más de 3,700 registradas en 2022. Este aumento irá acompañado por una mayor superficie construida, que alcanzaría 104 millones de metros cuadrados, impulsada por nuevos proyectos y ampliaciones en mercados consolidados.

Será el impacto en el empleo uno de los principales beneficios de esta expansión. Según la Ampip, los parques industriales podrían generar 4.5 millones de puestos de trabajo hacia 2030, casi el doble de los empleos asociados al sector hace apenas unos años. Esta tendencia refuerza el papel de la infraestructura industrial como motor de crecimiento regional y nacional.

Inversión en parques industriales sigue firme pese a incertidumbre comercial

El detonante de este escenario es el nearshoring, fenómeno que ha llevado a empresas internacionales a reubicar o ampliar sus operaciones en México para acercarse a los mercados de Norteamérica. La demanda por espacios industriales modernos, bien ubicados y con acceso a servicios logísticos, energéticos y tecnológicos ha impulsado nuevas inversiones, especialmente en el norte y el centro del país.

Estados como Nuevo León, Coahuila, Jalisco y Guanajuato destacan entre los principales polos de atracción de capital industrial, gracias a su conectividad, mano de obra especializada y cercanía con corredores logísticos estratégicos. No obstante, el crecimiento acelerado también plantea desafíos relevantes para el sector, como la planeación urbana, la sostenibilidad ambiental, la disponibilidad de talento técnico y la necesidad de mejorar la conectividad interregional.

Con estas proyecciones, la Ampip anticipa que el mercado inmobiliario industrial seguirá siendo uno de los pilares del desarrollo económico de México en los próximos años, consolidando al país como un nodo clave en las cadenas de suministro globales rumbo a 2030.

Con información de eldiariodecoahuila.com.mx