En opinión de la ADI, “la CDMX todavía tiene un amplio margen para seguir creciendo de manera eficiente, pues su densidad urbana actual ronda los 6 mil 160 habitantes por kilómetro cuadrado, muy por debajo de ciudades como Nueva York, que supera los 10 mil 200. Esta diferencia es consecuencia de regulaciones obsoletas que restringen alturas y densidades, por lo que es clave cambiar este enfoque para revitalizar zonas subutilizadas, mediante proyectos sostenibles, integrados y socialmente responsables”.
“La única forma sostenible de contener el alza de precios es incentivando la construcción y rehabilitación de vivienda de calidad mediante una agenda urbana integral”, afirma la asociación. Esta agenda, detallaron, debe incluir la desregulación de procesos, la agilización de permisos, una mayor flexibilidad en altura y densidad, así como el reciclaje de suelo subutilizado y certeza jurídica para la inversión.
También la ADI subrayó que establecer topes en los precios de renta no solo no ataca las causas estructurales de la gentrificación, sino que podría desalentar la inversión inmobiliaria, reducir la vivienda disponible y afectar a miles de pequeños propietarios que dependen de las rentas como fuente de ingreso.
Además, el organismo reconoció los avances del Gobierno capitalino en materia de planeación urbana, en particular los esfuerzos por implementar una Ventanilla Única y el Programa General de Ordenamiento Territorial, al considerarlos pasos importantes para ordenar el crecimiento de la ciudad y dar certidumbre a quienes buscan invertir de forma formal y responsable.
“Si queremos una ciudad más habitable, tenemos que generar las condiciones adecuadas para construirla, en beneficio de todos los que la habitamos”, puntualizó la organización.