En el competitivo sector hotelero, mantener un ambiente confortable no es solo una cuestión de experiencia para el huésped: También es un factor estratégico para mejorar la rentabilidad del negocio. Un ejemplo claro es el sistema de aire acondicionado, cuya eficiencia influye directamente en los costos operativos de un hotel.
Al respecto, Fabián Mendoza, especialista en mantenimiento y representante de la empresa tecnológica Fracttal explica que: “El mantenimiento adecuado de los sistemas HVAC —que integran calefacción, ventilación y aire acondicionado— es fundamental no solo para garantizar el confort del cliente, sino también para reducir el gasto energético y, con ello, mejorar los márgenes de ganancia”.
La industria hotelera mexicana está en expansión. Se estima que su valor supere los 31 mil millones de dólares en 2030 y que genere 400 mil empleos. No obstante, su rentabilidad actual ronda entre el 10% y el 15% anual, lo que deja poco margen para enfrentar imprevistos o hacer mejoras sustanciales si no se controlan los costos operativos.
Bajo este contexto, el uso de tecnologías de mantenimiento predictivo cobra fuerza. Estas herramientas, que antes solo estaban al alcance de grandes cadenas, ahora son cada vez más accesibles para hoteles medianos y pequeños. Gracias a sensores, algoritmos inteligentes y plataformas digitales, es posible monitorear el estado de los equipos y anticiparse a fallas, optimizando así el consumo de energía.
“La climatización de cada habitación puede adaptarse según su ocupación y las condiciones del clima. Con estos ajustes dinámicos, los hoteles pueden ahorrar hasta 25% en calefacción y enfriamiento sin necesidad de intervención manual”, añade Mendoza.
En tiempos donde los turistas valoran cada vez más la eficiencia y el confort, cuidar los sistemas que hacen posible su experiencia puede ser una de las mejores inversiones del sector.