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El mantenimiento eficiente de sistemas como el aire acondicionado no solo mejora la experiencia del huésped, también reduce costos operativos y hace más rentable al hotel. La tecnología predictiva es clave para una hotelería más sostenible.

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En el competitivo sector hotelero, mantener un ambiente confortable no es solo una cuestión de experiencia para el huésped: También es un factor estratégico para mejorar la rentabilidad del negocio. Un ejemplo claro es el sistema de aire acondicionado, cuya eficiencia influye directamente en los costos operativos de un hotel.

 

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee), el aire acondicionado puede representar hasta el 60% del consumo energético de un hotel. Esta cifra toma especial relevancia considerando que el gasto en energía es uno de los principales retos financieros del sector.

 

Al respecto, Fabián Mendoza, especialista en mantenimiento y representante de la empresa tecnológica Fracttal explica que: “El mantenimiento adecuado de los sistemas HVAC —que integran calefacción, ventilación y aire acondicionado— es fundamental no solo para garantizar el confort del cliente, sino también para reducir el gasto energético y, con ello, mejorar los márgenes de ganancia”.

La industria hotelera mexicana está en expansión. Se estima que su valor supere los 31 mil millones de dólares en 2030 y que genere 400 mil empleos. No obstante, su rentabilidad actual ronda entre el 10% y el 15% anual, lo que deja poco margen para enfrentar imprevistos o hacer mejoras sustanciales si no se controlan los costos operativos.

 

 

Bajo este contexto, el uso de tecnologías de mantenimiento predictivo cobra fuerza. Estas herramientas, que antes solo estaban al alcance de grandes cadenas, ahora son cada vez más accesibles para hoteles medianos y pequeños. Gracias a sensores, algoritmos inteligentes y plataformas digitales, es posible monitorear el estado de los equipos y anticiparse a fallas, optimizando así el consumo de energía.

“La climatización de cada habitación puede adaptarse según su ocupación y las condiciones del clima. Con estos ajustes dinámicos, los hoteles pueden ahorrar hasta 25% en calefacción y enfriamiento sin necesidad de intervención manual”, añade Mendoza.

 

Apostar por tecnologías inteligentes de mantenimiento no solo representa un ahorro económico, sino también una oportunidad para avanzar hacia modelos más sostenibles y responsables con el medio ambiente.

 

En tiempos donde los turistas valoran cada vez más la eficiencia y el confort, cuidar los sistemas que hacen posible su experiencia puede ser una de las mejores inversiones del sector.