En las grandes ciudades, donde el tráfico y los largos traslados son parte del día a día, encontrar una vivienda cerca del trabajo puede parecer un lujo. Sin embargo, una tendencia inmobiliaria está cambiando esta realidad: La integración de espacios de coworking dentro de complejos residenciales.
Auge del coworking en los desarrollos residenciales
Ha revolucionado el coworking la forma en que las personas trabajan, ofreciendo flexibilidad y fomentando la colaboración. Ahora, esta tendencia está llegando a los espacios habitacionales, donde los desarrolladores han comenzado a incluir áreas de trabajo compartidas dentro de sus proyectos residenciales.
De acuerdo con Karla González Montoya, marketing manager B2C de Inmuebles24, esta combinación ofrece múltiples ventajas: “Incorporar coworking en los complejos residenciales permite flexibilidad de horarios y ayuda a mejorar la productividad. De hecho, algunos estudios sugieren que el coworking puede aumentar en casi un 30% la eficiencia de una startup”.
Además de mejorar la productividad, estos espacios favorecen la interacción entre los residentes, lo que facilita la creación de redes de contacto y colaboración. También representan un ahorro significativo, ya que compartir salas de reuniones y equipos tecnológicos reduce costos y optimiza recursos.
Zonas en México donde esta tendencia crece
- Miyana (Polanco): Un desarrollo que combina áreas residenciales, comerciales y de oficinas, permitiendo que los residentes trabajen y vivan en el mismo entorno.
- Parques Polanco (Anáhuac): Un complejo de torres habitacionales con espacios comerciales y de coworking integrados.
- Torre 300 (Santa Fe): Ofrece departamentos con acceso a un business center equipado para reuniones y trabajo colaborativo.
El futuro del coworking en la vivienda
La inclusión de espacios de trabajo en desarrollos residenciales responde a una creciente demanda por mayor flexibilidad y calidad de vida. No solo facilita la rutina de quienes trabajan de manera remota, sino que también fortalece la convivencia dentro de las comunidades y agrega valor a las propiedades.
A medida que el mercado inmobiliario evoluciona, es probable que estos espacios sigan adaptándose para satisfacer las necesidades de las nuevas generaciones. La vivienda y el trabajo ya no tienen que estar separados por kilómetros de distancia; ahora pueden coexistir en un mismo espacio, redefiniendo la manera en que vivimos y trabajamos.