Al cierre de 2024, el mercado de vivienda usada en México mostró un crecimiento moderado pero constante, consolidándose como un sector estable y lleno de oportunidades.
Un estudio de Tuhabi en las principales zonas urbanas del país identificó las regiones donde los precios de las casas y departamentos subieron más.
Por su parte, la Zona Metropolitana del Valle de México, la más grande y económicamente activa del país, registró un aumento del 3.2%, alcanzando los $22,085 pesos por metro cuadrado al cierre del año. Esta zona sigue liderando el mercado de vivienda usada, gracias a su infraestructura, conectividad y el interés de compradores e inversionistas.
Guadalajara también tuvo un desempeño positivo, con un crecimiento del 2.1%, elevando el precio por metro cuadrado a $20,345 pesos. La capital jalisciense continúa siendo un mercado atractivo, ya que combina su riqueza cultural con un enfoque moderno en vivienda e infraestructura, captando la atención de compradores nacionales e internacionales.
Otras zonas metropolitanas también mostraron un crecimiento notable. En Puebla-Tlaxcala, aunque el incremento fue más moderado, la región sigue siendo una de las opciones más accesibles para comprar vivienda usada. Su potencial de desarrollo y precios competitivos la convierten en una alternativa ideal para familias e inversionistas.
En el Bajío, la Zona Metropolitana de Querétaro sigue consolidándose como un punto clave de desarrollo económico y social. El aumento constante en el precio de la vivienda, junto con su alta calidad de vida y oportunidades laborales, la han convertido en un destino atractivo tanto para quienes buscan una casa como para inversionistas que buscan estabilidad y buen retorno.
A pesar de los desafíos, el mercado inmobiliario en México se mantiene estable y con bajo riesgo. Los expertos de Tuhabi destacan que esta estabilidad es resultado de la dinámica económica y demográfica del país, así como del papel clave que juega el Infonavit en el sector.
El futuro del mercado de vivienda usada en México luce prometedor. Cada región tiene su propio ritmo de crecimiento y características particulares, pero todas contribuyen a un sector que sigue siendo clave para el patrimonio de las familias mexicanas y la economía nacional.