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Tasas más bajas, crecimiento regional y políticas públicas están impulsando este mercado.

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En el dinámico mercado inmobiliario mexicano, la vivienda usada sigue consolidándose como una de las opciones preferidas de los compradores.

 

Durante el 2024, el segmento representó el 63.4% de las adquisiciones con crédito hipotecario, dejando atrás a la vivienda nueva (36.6%). Este crecimiento refleja una tendencia que continuará marcando el sector en 2025, indicaron expertos de Tuhabi.

 

Por eso, la plataforma líder en la digitalización del mercado inmobiliario en América Latina, comparte su visión sobre las tendencias que marcarán el sector de vivienda usada en este año.

Factores clave que impulsan la vivienda usada

  1. Crecimiento sostenido: Durante 2024, el Índice SHF de vivienda usada mostró un aumento del 9 por ciento. Además, el número de avalúos creció 5.4% en los primeros nueve meses del año, evidenciando un mercado sólido y en expansión.
  2. Dinamismo regional: Ciudades como Monterrey, Tijuana, Puebla, Tlaxcala y Ciudad de México destacan por el nearshoring, que ha atraído inversión extranjera y fortalecido sus mercados inmobiliarios. Este fenómeno también ha impulsado la apreciación de precios en estas regiones.
  3. Condiciones económicas favorables: Con tasas hipotecarias promedio de 11.43% y una inflación contenida en 4.6% en 2024, se espera que las condiciones de financiamiento sean más accesibles en 2025. Esto facilitará la compra de vivienda usada, especialmente en un contexto de crecimiento económico moderado.

 

 

Oportunidades en el horizonte

 

La combinación de factores económicos y sociales promete mantener el interés por la vivienda usada. Según expertos de Tuhabi, este segmento continuará siendo una opción atractiva para quienes buscan mayor valor por su inversión. Además, políticas como el plan de Claudia Sheinbaum para construir un millón de viviendas en los próximos seis años podrían reactivar el mercado de vivienda nueva, aunque con un enfoque en vivienda social.

 

Retos y expectativas

A pesar del panorama favorable, factores como las tasas de interés, el contexto político internacional y las políticas públicas jugarán un rol determinante en el desempeño del sector.

Sin embargo, las dinámicas regionales robustas y el auge del nearshoring representan oportunidades para desarrolladores e inversionistas.

Finalmente, 2025 se perfila como un año prometedor para la vivienda usada en México, con un mercado que sigue adaptándose a las necesidades de los compradores y ofreciendo alternativas sólidas para quienes buscan un hogar.