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Rentar una vivienda en México se ha convertido en una realidad para millones de personas, ya sea para vivir a largo plazo o para estancias temporales.

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Según la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI), más de 5.5 millones de hogares están en régimen de alquiler, lo que refleja una preferencia por las rentas a largo plazo. Sin embargo, también hay quienes buscan viviendas temporales para vacacionar o trabajar por periodos específicos.

La empresa proptech La Haus ha señalado que el 74% de las viviendas apartadas en preventa se destinan como proyectos de inversión.

 

Ante el creciente interés en comprar para alquilar, es importante que los inversionistas comprendan qué modalidad de renta, a largo o corto plazo, ofrece mejores beneficios.

 

Renta a corto plazo

Sus beneficios, de acuerdo con los expertos, son:

  1. Ingresos elevados: Dependiendo de la ubicación, la demanda y los servicios disponibles, se pueden obtener ingresos significativos.
  2. Flexibilidad: Permite controlar el calendario de ocupación, ideal para quienes necesitan el inmueble para vacaciones o trabajo remoto en ciertas épocas.
  3. Diversificación de ingresos: Especialmente en destinos turísticos, se puede generar un ingreso adicional sustancial.

Pero también tiene retos:

  1. Temporada baja: Los ingresos pueden disminuir drásticamente en periodos de baja demanda.
  2. Inversión constante: Se requiere mantenimiento frecuente, limpieza y búsqueda de nuevos huéspedes.
  3. Regulaciones locales: Algunos estados imponen impuestos específicos para las rentas de corta estancia, lo que puede afectar los ingresos.

 

Tip: Utilizar plataformas o administradores puede aumentar la ocupación y facilitar la gestión.

 

Renta a largo plazo

Para los expertos de la proptech, los beneficios son:

  1. Estabilidad: Se asegura un ingreso constante durante el periodo del contrato.
  2. Menor rotación: Reduce el desgaste del inmueble y facilita el mantenimiento.
  3. Control de ingresos y egresos: Permite una mejor planificación financiera y la posibilidad de contratar un administrador.

Los retos son:

  1. Tarifas fijas: La renta no aumenta hasta que finalice el contrato.
  2. Disponibilidad del inmueble: Si se necesita el inmueble temporalmente, se debe buscar otra opción.
  3. Problemas con inquilinos: Un mal inquilino puede generar conflictos, incluso en el desalojo.

 

Tip: Siempre contar con un contrato que incluya un depósito de renta para protección.

 

Decisión final

La elección entre rentar a corto o largo plazo depende del tipo de ganancias que se desee obtener y de la capacidad para manejar los retos asociados. Conocer, entender y decidir informadamente es crucial para cualquier inversión.