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El mercado inmobiliario mexicano, considerado uno de los motores más sólidos de la economía nacional, enfrenta riesgos significativos frente al lavado de dinero.

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Así lo muestra un análisis elaborado por Francisco Soler, Country Manager de Regcheq México, donde advierte que agencias tradicionales, brokers independientes, desarrolladoras, plataformas PropTech e inversionistas institucionales presentan altas vulnerabilidades ante capitales ilícitos, principalmente por vacíos regulatorios, ausencia de controles internos y el uso de efectivo en operaciones millonarias.

La opinión del especialista es que hay riesgos en todos los modelos de negocio y expone las razones de ello:

 

Agencias tradicionales. Las operaciones de compra-venta y arrendamiento son terreno fértil para prestanombres, pagos fraccionados en efectivo y manipulación de precios. En 2022, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) detectó empresas fachada que adquirieron propiedades de lujo en Jalisco y la Ciudad de México bajo este esquema.

 

Brokers independientes. Al operar sin una regulación clara, representan uno de los puntos más débiles. En muchos casos gestionan pagos fuera del sistema bancario, sin registrar datos completos del comprador ni del beneficiario final.

Desarrolladoras inmobiliarias. En fideicomisos y preventas se abren espacios para transacciones opacas, como lo evidenció el caso de un desarrollador en Mazatlán sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

Plataformas PropTech. Aunque han modernizado el sector con automatización y operaciones digitales, la falta de protocolos de prevención de lavado de dinero (PLD) las vuelve vulnerables. Según la CONDUSEF, en 2023 el 37% carecía de procesos formales de verificación de identidad.

Inversionistas institucionales. Los fondos y fideicomisos inmobiliarios enfrentan riesgos por el uso de estructuras fiduciarias y vehículos offshore que dificultan rastrear a los beneficiarios finales.

Medidas urgentes

 

El análisis de Regcheq México subraya que el lavado de dinero en bienes raíces se adapta a todos los modelos de negocio, desde los más tradicionales hasta los tecnológicos. Para blindar al sector, propone:

 

  • Implementar sistemas de control interno robustos.
  • Aplicar procesos avanzados de Know Your Customer (KYC).
  • Monitoreo transaccional en tiempo real.
  • Capacitación constante en PLD.
  • Y la adopción de soluciones de legaltech y automatización para compliance.

Soler enfatizó que la falta de controles internos, la fragmentación regulatoria y el uso de efectivo hacen al sector especialmente vulnerable. Por ello, llamó a agencias, desarrolladores, PropTech e inversionistas institucionales a reforzar sus procesos de prevención y proteger no solo su reputación, sino también la integridad del mercado inmobiliario mexicano.