De acuerdo con un análisis de Cushman & Wakefield, este crecimiento sin precedentes representa una inversión significativa en el sector inmobiliario industrial, con la finalización de al menos 435 naves industriales a lo largo del año, lo que incrementa en un 10% el área bruta rentable del mercado nacional.
Una tercera parte de este nuevo inventario se desarrollará en el estado de Nuevo León, mientras que la región del Bajío, incluyendo San Luis Potosí, Guadalajara, Guanajuato y Querétaro, verá un crecimiento significativo.
El tamaño promedio por edificio industrial se estima en 23,000 metros cuadrados, reflejando una superficie promedio mayor a la de años anteriores. La tendencia hacia la construcción de espacios flexibles con tecnologías avanzadas continuará, no solo en áreas corporativas sino también en instalaciones industriales. Estos nuevos espacios incorporarán características de sustentabilidad y seguridad, respondiendo a las crecientes expectativas de las empresas.
Indicaron los expertos que esta evolución del sector industrial en México se debe a una base manufacturera sólida, un ecosistema tecnológico en expansión y una ubicación estratégica en América del Norte, factores que lo convierten en un actor clave en la economía global.
Y para aprovechar este potencial, será esencial que México continúe invirtiendo en educación, capacitación de la fuerza laboral, investigación y desarrollo, e infraestructura moderna. Además, la adopción de prácticas sostenibles y la promoción de la responsabilidad social empresarial serán cruciales para asegurar un crecimiento inclusivo y beneficioso para todos.