En el ámbito del Real Estate, no se trata solo de la ubicación de una tienda. Aspectos como la accesibilidad, visibilidad, tráfico peatonal, tecnología, personalización e incluso sustentabilidad pueden influir en la rentabilidad y éxito de una marca.
Conscientes de ello, Grimatex, empresa del IB Group, quien ha contribuido con la llegada y expansión de más de 30 marcas en México. Entre ellas destacan American Eagle, Champion, Chico’s, Old Navy y Apple, que han inaugurado aproximadamente 150,000 metros cuadrados de espacio comercial en tiendas.
A medida que se avanza hacia el futuro, los expertos en retail de Grimatex reconocen cuatro aspectos clave que marcarán el rumbo del sector en los próximos años:
- Innovación tecnológica: La integración de tecnologías como la realidad aumentada y la inteligencia artificial está abriendo oportunidades para que las empresas minoristas ofrezcan experiencias de compra más interactivas y personalizadas a sus clientes. De acuerdo con un informe de Deloitte, el 58% de los minoristas mexicanos tienen planes de invertir en tecnologías que mejoren la experiencia del cliente en el punto de venta.
- Seguridad y protección de datos: Con el continuo avance de la tecnología, las preocupaciones sobre la seguridad y protección de los datos se vuelven más relevantes. Implementar medidas de seguridad avanzadas, como el reconocimiento de imágenes y la inteligencia artificial, contribuirá a proteger a los clientes contra posibles fraudes y asegurará la integridad de sus transacciones.
- Personalización y diseño: Las empresas minoristas deben proporcionar experiencias de compra personalizadas que se ajusten a las preferencias individuales de los clientes. Además, el diseño y la arquitectura de la tienda deben reflejar no solo la imagen de la marca, sino también el entorno y la cultura local, permitiendo así establecer una conexión más auténtica y profunda con los clientes.
- Sustentabilidad: Hoy en día, la sustentabilidad ya no es simplemente una ventaja adicional, sino un requisito fundamental. Las empresas deben elevar sus estándares de sustentabilidad para abordar las preocupaciones ambientales de los consumidores. Varios estudios indican que los consumidores están dispuestos a modificar sus hábitos de consumo para favorecer empresas con prácticas más sustentables.