El mercado español de edificios de trasteros crece cada vez más, en los últimos dos años aumentó un 14% en las principales ciudades del país, toda vez que ofrece una rentabilidad aceptable.
Madrid y Barcelona tienen cerca de 130 de estas instalaciones de calidad en cada plaza, liderando la oferta. En Valencia, la oferta roza las cuarenta unidades, al igual que en Málaga.
En Sevilla se contabilizaban unos treinta trasteros al cierre del año pasado, de acuerdo con los resultados de un análisis de JLL con datos de los últimos meses del año pasado.
El 60% de dichos inmuebles en el país pertenece a operadores individuales, que han aumentado un 25% su número de instalaciones en los dos últimos años, por su parte, los nuevos operadores invierten y crecen.
“Hay varios nuevos operadores que han mostrado un rápido crecimiento y que tienen previsto desarrollar nuevas plataformas que añadirán más trasteros al mercado español”, sostiene el análisis.
El número de edificios de trasteros en Madrid y Barcelona se sitúa en la media europea, aunque la oferta es de menor calidad y más antigua como consecuencia de la fragmentación.
La escalada de los precios de renta está fuertemente relacionada con la entrada de nueva oferta y los gastos en personal, electricidad, impuestos y márquetin; y se espera que crezca aún más la nueva oferta.
Lo anterior, a medida que aumenten las oportunidades de reconversión de otros usos, como oficinas, aparcamientos e inmuebles comerciales, menciona EjePrime que retoma el informe de la consultora.
Las rentabilidades de estos activos se han reducido de manera destacada en la última década, al pasar del 6 al 5%, aunque ahora ha repuntado ligeramente, y en España, la inversión sigue siendo muy positiva.
