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La mayoría de las veces, los procesos notariales suelen ser largos, por lo que tienen un camino que puede mejorar.

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Hace unos meses se firmó la primera hipoteca que se realizó en un proceso completamente digital en México, para otorgar un crédito a una empresa de Monterrey, con un proceso apoyado de tecnología gracias a las herramientas de Weetrust.

Briq.mx firmó desde la Ciudad de México con un notario de Sinaloa. El proceso fue muy simple, pero sobre todo dio mucha certidumbre, mencionó Alberto Padilla Luengas, director general de la fintech. Sin embargo, destacó que el proceso notarial tiene muchas áreas de oportunidad.

Todo se realizó a través de una videollamada, grabada, con el notario presente, en donde cada parte manifestó estar de acuerdo con el documento en cuestión y reiteró su voluntad de celebrar el acto.

Durante la videollamada cada parte se identificó, y a través de la tecnología el notario pudo constatar que se trataba de la persona correcta, el documento de identificación correcto y que estaba en sus capacidades y libertad para celebrar el acto.

"No tardamos más de 40 minutos, nadie se tuvo que trasladar y finalmente tenemos un proceso documentado, a diferencia de cuando mandan a alguien a recabar la firma y nadie la atestigua", dijo el también fundador.

 

¿El proceso es vulnerable? Seguro sí, por eso, en muchas industrias, pero sobre todo en la inmobiliaria, los procesos notariales son un mal necesario.

 

Son necesarios porque en ocasiones “así debe ser” o es la única manera de cerrar una operación, también son necesarios porque se requiere certidumbre y de una “parte independiente” que vigile y dé testimonio de operaciones importantes.

Sin embargo, los procesos notariales suelen ser largos, lentos y caros, la gran mayoría de las veces, destacó Padilla Luengas, quien también refiere que ha trabajado con notarios excelentes, que tienen equipos muy eficientes.

"Y son muy claros en sus procesos, notarios que nos dan mucha certidumbre y agregan valoren el camino; pero también con notarios que tienen grandes áreas de oportunidad en cuanto a sus procesos". 

 

 

Por ello, usa la frase "ante notario" con sus respectivas comillas, ya que en muy contadas ocasiones, "y puedo usar los dedos de mis manos para eso, está el notario presente; incluso, en la mayoría de los casos mandan a alguna persona de la notaría a recabar la firma, y así con cada firmante".

El resultado final da certidumbre, pero el proceso no, sostiene el directivo: Nadie me asegura que al recolectar la firma, quien firmó era realmente quien debía hacerlo, que estaba en su plena voluntad o incluso sus capacidades mentales para hacerlo. Estoy seguro de que el proceso podría ser una vulnerabilidad.

"Considero que el acto y el proceso son un punto de inflexión importante en la eficiencia de los negocios en México. Fuimos el primero, pero no el único... Para realmente mejorar estos procesos que tocan casi cualquier industria, se debe empezar por el primer caso, para después llegar al caso 10, al 100 y así crear antecedentes y perfeccionarlos", destacó el directivo.