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La autorización se concedía a cambio de inversiones realizadas mediante la compra de inmuebles o la transferencia de capitales.

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Con el propósito de disminuir el encarecimiento del precio de la vivienda en el país, el gobierno de Portugal aprobó la suspensión de la Golden Visa, la autorización de residencia para extranjeros que estaba vigente desde 2012.

La Golden Visa concede la residencia a cambio de inversiones realizadas mediante la compra de inmuebles o la transferencia de capitales. También prohibió las nuevas licencias para vivienda turística, excepto en  zonas rurales.

Ésta norma se dirige al aumento de la oferta de vivienda en alquiler, por lo que la prohibición no incluye los alojamientos en municipios del interior donde no hay presión urbanística y puedan ser un factor para dinamizar la economía.

 

Portugal se convierte así en el segundo país de la UE que suspende este tipo de visados, tras Irlanda.

 

Las medidas forman parte del plan ‘Más Habitación’, para parar la crisis de vivienda que sufre Portugal, que tiene como uno de sus ejes “combatir la especulación inmobiliaria”, aseguró el primer ministro, António Costa.

Con la suspensión, Portugal se convierte en el segundo país de la Unión Europea en suspender esta visa, después de Irlanda, ello, porque diversos informes indicaron que Lisboa se posicionaba como la tercera ciudad más cara del mundo para vivir.

En cuanto a las visas ya concedidas, se renovarán si las inversiones inmobiliarias se dedican a vivienda permanente para el propio inversor o sus descendientes, o si ésta se coloca en el mercado de alquiler de forma duradera.

 

 

Desde que el programa nació en octubre de 2012, Portugal ha concedido 11 mil 535 autorizaciones de residencia gracias a la Golden Visa, que han supuesto una inversión de seis mil 754 millones de euros para la economía lusa.

Según una publicación de magnet, el desembolso mínimo para obtener la visa mediante la compra de inmuebles consideraba un pago mínimo de 500 mil euros; la autorización ya cumplió su función de atraer inversiones inmobiliarias. 

En el 2022, se registró un aumento del precio de la vivienda portuguesa de 18.7%, la cifra más alta de los últimos treinta años según datos del Índice de Precios Residenciales de Confidencial Inmobiliario, refirió otra publicación de Expreso.