La vida en pareja implica organizarse respecto a gastos y responsabilidades dentro del hogar. En ocasiones, resulta que muchos que han vivido en pareja creen que aportaron más dinero y esfuerzo que sus cónyuges.
Según una encuesta, las generaciones millennial (22-41 años) y los baby boomers (57 años o más) son las que hablaron de temas de dinero con sus parejas antes de vivir juntos, mientras que una mayoría de la generación X (42-56 años) no estableció acuerdos sobre finanzas y ayuda en el hogar.
Responsabilidades y género
De las mujeres que contestaron la encuesta, el 66.6% dice que terminó haciéndose cargo de cocinar en su hogar, mientras que solo el 24.1% de los hombres dijo que ése fue su caso, compartió Inmuebles24.
Un 68% de los hombres contestó que la responsabilidad de hacer mejoras en el hogar recayó en ellos al vivir en pareja; mientras que las mujeres señalaron que mantener limpia la casa les correspondió en mayor medida (60.3%) que a sus parejas.
Y en lo referente al cuidado de las mascotas, parece que está más cercano a lo que acordaron.
Gastos desiguales
Para las parejas el tema de cómo se distribuyen los gastos puede ser un factor de tensión. Se les preguntó cómo habían acordado realizar distintos pagos y qué fue lo que en realidad terminaron pagando solos y estos fueron los resultados:
- Las mujeres dijeron que en lo referente a la renta de la casa, el 25.2% acordó que se haría cargo de ese gasto, pero en realidad el 52.2% terminó haciéndolo sola.
- En el pago de la comida, el 49.5% de las mujeres indicó que lo tenía que hacer y el 82.7% de los hombres señaló ser el responsable.
- Los hombres que contestaron la encuesta señalaron que tuvieron que pagar salidas o vacaciones en más del 25% de lo que habían acordado.
- La compra de ropa para la familia es una actividad en la que se involucran más las mujeres.
Por último, ambos géneros sienten que en la práctica han dado más de lo que estaba originalmente pensado. El tema económico entre las parejas suele ser un punto de quiebre, pero también podría convertirse en el inicio de una vida en común si llegan a acuerdos claros para tener un hogar equilibrado en gastos y con responsabilidades para ambas partes.